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Pintura de Anabel Velásquez - Matagalpa |
Resulta normal que sean distintas las conductas y
opiniones de las personas, pero en vez de enojarse por esas diferencias es
preferible disfrutar y comprenderlas, respetarlas a menos que las disensiones
conduzcan a la animalidad reprochable de agredir o eliminar al otro. En la sociedad nicaragüense la historia nacional es de
violencia, cargada de batallas sanguinolentas entre quienes piensan distinto,
entre quienes quieren dominar al otro. El antiquísimo y actual estadio primario
del humano, en el proceso de crecimiento cognoscitivo no todos evolucionan.
Quienes se consideran y son en su actuar los más
inteligentes obtienen pronto fabulosas ganancias económicas, en los escenarios
de la política se lucran sin escrúpulo, en el bando donde participen obtienen
utilidades. El triunfo es de los más hábiles -aseguran públicamente- sin
embargo es de los más inhumanos.
Comerciantes enfocados solamente en acumular capital
trabajando algunos y otros utilizando la ruta de las influencias entre la
cúpula estatal. Vida de éxito y lujosas viandas al nivel de sus investiduras
gubernamentales o por ser descendientes de “honorables calañas”.
A ellos que el sistema no les afecta y facilita sus
aspiraciones monetarias no tienen por qué agobiarse con las desgracias que
padece la mayoría de “compatriotas” -de esos pensamientos existen también y
pueden comprenderse: Son seres dedicados a su bienestar, conceptúan que si
ellos no se involucran en política estarán satisfechos con el gobierno que sea.
Otros nicas son bien bélicos, entrenados para resolver
los conflictos por medio de la violencia y las armas “como huevones” o “como
huevonas”, en casa se imponen, en el trabajo mandan exigiendo obediencia ciega,
al votante contrario desean erradicar. Su esencia es ser fiel cumplidor de la
orden.
Son menos, muy pocos, quienes rompieron con la cultura
tradicional de relaciones interpersonales impositivas, quienes actúan reflexionando,
tratan de comprender y crear procesos de transformación interior, estudiando
las prácticas comunes destructoras del planeta, para ser la antítesis y obtener
y contribuir a una atractiva calidad de vida.
Los menos, los pocos, los fuera de la normalidad
existen.
Miércoles 1 febrero 2023
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