Pinta aparecida en paredes de Matagalpa.
Prefiero molestar con
la verdad que complacer con adulaciones.
Séneca.
Varios combatientes organizados,
afirman que ahora no votarán por Daniel, sería darle el aval a quienes lo rodean,
votar por Daniel sería mantener en el poder a corruptos y prepotentes, a
quienes no son sandinistas sino oportunistas, a quienes les han desconocido a
miles de combatientes su lucha contra la dictadura y defensa de la revolución.
“Mientras nosotros combatimos a
la dictadura y defendimos a la revolución, no logramos estudiar y ahora estos
nos miran de mal modo” me dijo molesto un legendario guerrillero, quien agregó:
“pero aprendimos a leer gracias a la revolución y ahora no nos engañan”.
En el partido fundado por Carlos
Fonseca existen dos corrientes, integrantes de una de ellas gozan con su actuar
en el poder, la otra desaprueba el método por el cual Daniel Ortega es
Secretario General del Frente Sandinista de Liberación Nacional y su forma de actuar
como Presidente de Nicaragua.
Una de las “línea dura” es
conformada por mujeres y hombres “piel curtida por la lucha”, combatientes y
colaboradores históricos que han sido desplazados y humillados en el partido
por quienes no tienen méritos en el sandinismo y más bien lo desprestigian.
Daniel no la tiene toda consigo,
aun llenando plazas y bailando cantando al ritmo de su esposa, y exhibiendo en
familia el producto de sus cuentas bancarias, vinculado a lujo, corrupción,
nepotismo, y autoritarismo; aliado con personas desacreditadas, cuya finalidad
en la política es enriquecerse y ostentar el éxito inmune e impune.
No dudo que haya danielistas,
extasiados con la figura de su líder, aprobando todo cuánto hace y deshace,
vitoreando a entarimadas personas que le cortejan, y admirados por la fantasía
de su poderosa señora, a quien califican de brillante y “ejemplo para la familia
cristiana, socialista y solidaria”.
Ese grupo con Daniel a la cabeza,
reproduce conceptos y conductas de poder similares a las que provocaron el
rechazo del pueblo contra la dictadura somocista: corruptos, creídos, enriqueciéndose
a costa de los demás; pero igual existen personas moderadas que se encuentran inconformes.
Había escrito el párrafo anterior
cuando decidí salir. En el camino encontré a un activista del barrio, y en la
conversación justificando la corrupción para adquirir votos me dijo: Con la
plata baila el perro. Le respondí: Bueno, no soy perro, y pienso en los que
dieron su vida para cambiar ese modelo, y otros que viven lisiados o
empobrecidos, abandonados por el FSLN.
Los danielistas de la línea dura
están convencidos que reprimiendo, corrompiendo, enriqueciéndose, van a lograr
mantenerse en el poder, a la par de entregar algunos beneficios a los pobres a
cambio de votos, servidumbre, y actúen como fuerza de choque.
Los otros de la “línea dura” son
firmes en sus principios revolucionarios, opuestos a los vicios políticos que
sustenta y fomenta Daniel, no han dejado del partido y, aunque muy cautelosos a
mi parecer, poco ha poco han ido conspirando para enfrentar el desplazamiento
al cual han sido sometidos, desalojados por quienes no tienen trayectoria revolucionaria
o se convirtieron en millonarios.
Ellos y ellas son quienes han
padecido pobreza, o no han obtenido lo que debieran por su capacidad de
entrega, pues la distribución de la riqueza en el FSLN es tan desigual como lo
es en cualquier “gobierno capitalista salvaje” como le gusta repetir a Daniel,
con demagogia.
Otros de la “línea dura” han
logrado con su esfuerzo mejorar sus condiciones de vida, pero se oponen a la
eterna maniobra de Daniel para seguir en el poder, corrompiendo y desvirtuando
al partido, pues afirman tener firmes sus convicciones.
En el Frente, mientras unos enseñan
sus riquezas: vestidos, vehículos, mansiones, empresas; otros y otras andan
errantes buscando quién les reconozca la pensión del seguro social, les
entregue tierras o el título de propiedad, un zinc o pequeño crédito, que al
fin de cuentas sirve nada más para continuar subsistiendo en la pobreza junto a
su familia.
Por tales razones, en las próximas
elecciones “no votaremos por Daniel… para que recapacite y deje el lugar a
otros compañeros… lo que quiere es poner a su mujer… ya le dimos la oportunidad
de gobernar sin guerra y en nada o casi nada benefició a miles de sandinistas
que siguen pobres, más viejos, enfermos, y con las familias por el mismo camino”.