No irrespeté a Sandino, tal vez los del FSLN

A Roberto Sánchez Ramírez

En un escrito titulado “Respetemos al general Sandino” (publicado el 12-06-2013 en la sección Opinión de El Nuevo Diario) mi apreciado y respetado periodista e historiador Roberto Sánchez Ramírez  amonesta a Onofre Guevara López y al suscrito por “afirmaciones y relatos bastante alejados de la realidad” pues ambos, en sendos artículos, nos referimos a sucesos relacionados con el General de Hombres Libres.

Sin pretender polemizar, es la primera vez que respondo a una alusión en esta página, pues se trata de una persona juiciosa, un miembro de la Academia, con permanente pasión que se le desbordó al referirse a mi comentario titulado “Dos hijos desaparecidos del General Sandino” el cual reseña la versión escrita en el libro “De mi barrio salieron los muchachos – El FSLN” de los autores Carlos Manuel Lazo López y Pablo Hernández Novoa.

En mi escrito digo: “Los autores son miembros destacados del FSLN y una institución municipal administrada por el partido aprueba y financia la obra. Además la comandante Doris Tijerino Haslam conoció el contenido antes de ser llevado a imprenta y el prólogo escribe el comandante Francisco Jarquín Ramírez “Camilo”, guerrillero desde la batalla de El Chaparral.”

Esas personas son quienes certificaron “la verdad” impresa que leemos en el libro y dice: “Según testimonio de Isaías López, el General Sandino tuvo dos niños varones con la joven Mariana Herrera de Wiwili. Pero ahora no se sabe nada de ellos, pues pudieron haberles cambiado nombres y apellidos por miedo a la represión de 1934, o quizás murieron después de alguna enfermedad.”

Entonces, Roberto debe dirigirse a los autores, al alcalde de Matagalpa que financia la publicación con dinero de la municipalidad, a quienes leyeron y autorizaron el libro, y a quien prologó, todos del FSLN. De haber sido yo el lector o editor, hubiese recomendado a los autores sopesar tal aseveración y brindar más información para su credibilidad.

Mi estimado Roberto, más bien en mi artículo reflejo asombro porque “El FSLN ha sido muy cuidadoso con la divulgación de su historia y la del general Sandino, por eso es notorio que, también, en homenaje a Tomás Borge se haya presentado una obra donde se afirma la paternidad del general.”

Escribí: “La historia oficial determina que el general Augusto C. Sandino nada más es padre de Blanca Segovia Sandino Aráuz.” Así está determinado, también, en la “Genealogía de la Familia del Gral.  Augusto Cesar Sandino” que leemos en la página web de la Fundación Augusto Nicolás Calderón Sandino dirigida por su nieto Walter Calderón Sandino.

La descendencia matrimonial de Sandino no reconoce la comprobación referida por Roberto cuando me dice “que hay evidencia de que a los 21 años (Sandino) procreó en Niquinohomo con Mercedes Sánchez Gaitán a María Natalia, que falleció en Managua el 4 de octubre de 1960. Debido a que no se pagó el arriendo del lote donde estaba sepultada, sus restos fueron sacados y llevados a una fosa común.”

Amablemente Roberto me expresa: “Tengo más información que pongo a la disposición de Sergio.” Se lo agradezco, y sugiero que también la ponga a disposición de Walter para que la incluya en la genealogía de su familia.

En el caso de los hijos de Sandino en Wiwilí, afirmación de los autores del libro mencionado con base en un testimonio, al finalizar mi comentario dije: “Es comprensible que la biografía de Sandino no esté completa y así como ha surgido esta confirmación haya otros acontecimientos aún por descubrir. Queda en manos de especialistas escudriñar este pasaje novedoso, pues Lazo y Hernández no brindan más información.”

Reaccionando a los escritos de Onofre y mío, Roberto nos confiesa: “no me hicieron guardar silencio”. Me satisface, pues así Roberto, ahora, con mi aclaración, puede indagar con quienes son responsables de asegurar y apadrinar la aseveración de que Sandino es padre de hijos nacidos en Wiwili.  Podrá comprobar si son “irrespetuosos”.

Pues, estoy de acuerdo con el notable historiador y periodista Sánchez Ramírez cuando afirma, en relación a Sandino, hay quienes  “inventen hechos y dichos, se busque protagonismo a costa de su imagen, llegándose a confundir la realidad con la imaginación.”