Mi hijo, Bony Ricardo Rivas Reed, en el 80-81, capitán y
fundador del Ministerio del Interior, Jefe de Personal y Cuadros en Plaza el
Sol, Managua, a las 7:30 p.m. llegó después del trabajo, con su uniforme de
policía, en carro de la policía a recoger a sus hermanitas de 4 y 8 años y
llevarlas al restaurante Eskimo y para que conocieran a su nueva relación,
seudónimo Alicia, teniente del Ejército Popular Sandinista.
Después que salieron, pasaron por una calle y de repente sonó una balacera de todo tipo de armas, mi hijo recibió por detrás del carro dos balazos que le entraron a cada lado de la columna vertebral, chocando contra un árbol.
Los escoltas del comandante Daniel Ortega estaban escondidos hasta en los árboles. Al llegar a ver su obra, mis hijas aterrorizadas pegando alaridos, mientras mi hijo se desangra ellos discutían junto a él quién sería el que se atrevería, al ver que era un policía, de dar el parte. Un Sr. que pasó en ese momento y oye la gritería y al ver que ninguno se hacía cargo de llevarlo al hospital les dijo que le ayudaran a subirlo a su carro que él lo llevaría al hospital militar.
Alicia fue a investigar, le dijeron el consabido… Dimos el alto y no se detuvo... Alicia les dijo… no es cierto, yo iba en el carro… los denunció con nombres y apellidos a los responsables, le dijeron, le vamos a dar de baja. Al día siguiente Alicia fue a investigar y estaban los mismos escoltando al comandante Ortega.
Mi hijo estuvo en estado comatoso un mes o dos meses. En todo ese tiempo a mi hijo le llevaban documentos a obligarlo a firmar o a preguntarle de tal caso. El doctor, rojo de rabia, les dijo que si no sabían que Bony no entendía nada, que se estaba muriendo y pidió que hicieran guardia de no dejar entrar a nadie. Por supuesto que dormíamos en el suelo, solo íbamos a bañarnos y regresar. Le dieron de alta y lo llevamos a nuestra casa.
Cuando lo llevamos a la casa, el
comandante René Vivas mandó a alguien para que Bony firmara unos papeles, yo lo
corrí, el comandante me mandó a decir que si podía llegar, les contesté que si
lo veía en la puerta de mi casa lo sacaríamos a patadas.
Mi hijo ya no fue el mismo, su salud
se deterioraba poco a poco. Toqué puertas, donde los comandantes Henry Ruiz
(Modesto), Bayardo Arce, Tomás Borge, y René Vivas, para que lo sacaran del
país, nadie me recibió. Al comandante Luis Chávez, del ministerio del interior
en Matagalpa lo llamé miles de veces y nunca me contestó.
Tomás Borge fue un día a la casa del
Dr. Santiago Rivas Haslam a preguntarle qué necesitaba, que él estaba dispuesto
a darle lo que quisiera. Mi cuñado Santiago le contestó: Tomás, yo no necesito
nada, pero sí necesito que saques a mi sobrino Bony para darle tratamiento,
Tomás negó saber que mi hijo estaba tan mal.
Lo mandaron a Méjico y que la
embajada se haría cargo. Después de horas de espera en el aeropuerto de Méjico
y ver que nadie lo llegaba a recoger llamó a su primo Carlos José Rivas
Leclair, hijo del Dr. Santiago Rivas Haslam, que vivía en Méjico y lo tuvo en
su casa por uno o dos meses y la embajada por muchas llamadas que le hicieron,
no se presentó. Se lavaron las manos, sobre todo Tomás. Cumplí, y lo saqué.
Lo más irónico del caso es que
cuando se perdieron las elecciones en 1990, uno de los primeros en llegar a la
embajada de Nicaragua en Méjico fue Carlos José y entre los cienes de papeles
regados en el suelo encontró un recibo que decía: Por servicios médicos,
transporte y manutención al Cro. Bony Rivas, $5,000.00.
Ya mi hijo traía la desilusión en el
alma. Lo fueron marginando. Lo mandaron a que le pusiera una bomba en la casa
del Dr. Julio Ruiz Quezada y Bony se negó.
Luis Chávez le mandó por correo la
medalla de fundador del Ministerio del Interior, no lo invitó al acto. Le mandó
la baja también por correo, diciéndole que no tenía ningún derecho a pensión
alguna ni prestaciones de ningún tipo. Lo dejaron en la calle con hijos,
esposa, hogar, salud deteriorada, etc. Chávez no se atrevió a verle la cara y
dársela personalmente.
Mi hijo con el alma rota, sus ideales pisoteados, sus
amigos que él creía verdaderos amigos, como sucede siempre en estos casos,
cuando lo vieron sin nada se apartaron de él como apestado... si te veo no te
conozco, igual sus compañeros del Ministerio del interior y la Policía. Fueron
algunos que mantuvieron la amistad, no me acuerdo de todos pero sí de Núñez, la
Mona Reyes, su primo Santiago Ulises Rivas Leclair.
Mi hijo, solo, abandonado, terminó
por suicidarse.
¿Me va a decir a mí que estoy
politizando... que saco a colación a esta gente que acaba de morir y me llegó
al corazón porque nosotros pasamos lo mismo?
Tengo otras historias, sobre todo
cuando fue responsable en Puerto Cabezas, que hicieron mierda a mi hijo.
Año 2015
PD: Leyéndolo después de tanto, aunque no soy
escritora, vi lo mal escrito que estaba ese testimonio. Cuando uno siente que
el corazón la quiere explotar de dolor e impotencia, escribe rápido y sin
pensar, dando rienda suelta a la inmensa frustración, agonía acumulada en tus
entrañas, los ojos ardiendo por las lágrimas que se van para adentro directas
al corazón, no podés pensar en lo bien o mal escrito y hoy, por primera vez,
después de tanto tiempo, veo que un odio agazapado en lo más profundo de mi
ser, el 19 de Abril , surgió con más fuerzas viendo la represión, las torturas,
la persecución y el dolor de las madres, me recuerda constantemente el mío
propio. La dictadura Ortega Murillo tiene que desaparecer vivos o muertos, se tienen
que desaparecer. (19 julio 2019)
Pobrecito mi Exalumno....
ResponderEliminarConozco bien el caso de Bony. Aún nos parte el alma cuando uno recuerda el dolor de su familia. Es un caso más de las muchas injusticias y crímenes del FSLN.
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EliminarPoderoso testimonio de la tragedia de una madre, esa es la tragedia de Nicaragua. Es poderoso y abrumador de sentimientos, porque sale, - con todo el dolor -, del alma y del corazon. Haber sido escrito, con errores o fallas, lo hace aun mas genuino y relevante. En este caso no importa la gramatica, lo que importa es el testimonio tal y como sale de las memorias.
ResponderEliminarConocí a Bonny un muchacho serio, fraterno, jamas supe nada sino hasta este momento que leo con mucho dolor lo que le pasó, jamás, jamás, abria imaginado que este esplendido chavalo terminara así. Cuanto dolor Dios mio, ten misericordia Padre, trn misericordia
ResponderEliminarLe doy toda la razon apreciada señora, estoy consternada al leer este escrito suyo q me llego x casualidad, yo conoci a su hijo cuando inicio la policia pero d repente desaparecio y a mi me mandaron a otro lugar, no supe mas d el tambien x q fui maltratada x el regimen y evitaba la policia, es terrible lo q paso su hijo, a quien conoci como un joven noble, d buenos principios, solidario, pero aprovecho para trasmitirle mi acompañamiento en su dolor y ojala mas temprano q tarde haya justicia para todos estos hermanos q fueron traicionados igual q todo el pueblo.
ResponderEliminarDios mío eso si fue una tragedia, que barbarie.....
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ResponderEliminarEste es un retrato de la historia reciente de la Nicaragua traicionada. ¿Cuantas historias desconocemos? Conoci a Bony y solo sabia que se habia suicidado. Hubo mucho suicidio en los 80 y seguramente tienen una historia muy dolorosa. El sandinismo destruyo una generacion de jovenes tan nobles e idealistas que ahora que hubo una revolucion civica mos volvieron a criminalizar. Malditos, mi solidaridad con la Familia.
ResponderEliminarSiempre han sido unos genocidas Barbaries, esa siempre ha sido su modus operandum. Traicionaron a todo el pueblo de Nicaragua
ResponderEliminarmasacraron y siguen masacrando a todo un pueblo que solo quiere Libertad y Democracia. Todos los que son miembro de ésta mafia Organizada debiera de ser fulminadas. Todos estos siempre fueron y son violadores fisico y de muchos sueños de Jóvenes Nicaraguenses. Este es otro caso más del cual son responsables y que ha quedado impune. Hay tantos casos que nunca salieron a luz publica por el amordazamiento que siempre han implementado.
Si un hdpt, me hace algo a mi, mejor lo palmo a el para que no siga abusando a nadie mas. Da el nombre y el apellido de ese hdlgpt.
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ResponderEliminarestudio en el colegio san luis con muchos muchachos de mi edad, muy serio, adulto para su edad, sentia lo que hacia por el bienestar de otros, ahora que leo lo que le sucedio,que Perdida mas grande para Matagalpa y Nicaragua, siempre esa escoria Sandinista flota sobre los verdaderos luchadores por los ideales robados por Ortega y su camarilla, siempre vivo en la mente de los que te conocimos, no fuiste mi amigo, pero te tenia respeto por lo que eras. muerte al FSLN.
ResponderEliminarDesgraciadamente el traicionó a su patria y a la humanidad al sumarse una agrupación terrorista de orden imperialista vende patria sin ideales humanidad ni principios y menos sentimientos.
ResponderEliminarDonde torturar y asesinar a tu madre o hermano es una cualidad muy valorada.
Pobre la familia lo siento por ellos pero la cultura Nicaragüense manda a ignorar y pensar muerto al hijo que se pierde en el mal.
Dios mío,
ResponderEliminarhasta hoy estoy leyendo esta triste noticia, sobre la muerte de Bony,
Yo trabajé con él en personal y Cuadros (Plaza el Sol), pero nunca me hubiera imaginado que hubiera perdido su vida de esta manera tan trágica, un muchacho joven, buen ser humano, respetuoso, profesional en su trabajo, gran pérdida para su familia, y para los qué le queríamos,
pero muy verdad lo que su madre pudo darse cuenta, que realmente amigos NO habían , en esos momentos es cuando te das cuenta que todo torna a beneficios personales,
ya Bony no les era útil,
su entrega, sacrificio, lealtad no contaba,
Gracias a Dios me salí de ese lugar, en silencio,
Descanse en Paz nuestro querido Bony,
Dios lo tenga en su Santa gloria 🙏🏻🙏🏻🙏🏻