Entre 1990 y 2007 quienes gobernaron y sus aliados cometieron corrupción. Revisando mis escritos publicados en esa época memoro actos y pactos de la cúpula política del país para enriquecerse apresurada y grandemente.
En el FSLN, que dejaba la presidencia, legalizaron propiedades valiosas y entregaron capital abundante a la máxima dirigencia, y adjudicaron menores cuantías en el campo y la ciudad con terrenos y viviendas como indemnización por "los servicios prestados a la revolución".
Quienes retornaron del exilio y habían sido confiscados, con influencia en el nuevo gobierno, recibieron más dinero del que les correspondía. Los altos mandos militares y directivos políticos de los contras también “se despacharon hermoso por su labor patriótica democrática derrotando al comunismo”.