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Fotografía en un barrio. / Sergio Simpson |
Date cuenta. El marido se mantiene de acá para allá, en
su empresa distribuidora. Le va bien, es propietario de una buena casa de dos
pisos con terraza, varios vehículos, con mujer de espectacular cuerpazo y
deseos de vivir intensa, no sometida.
¿Qué te imaginás vos Deyanira? ahí es donde la caga ese hombre, no atiende a
su mujer y el vecino de enfrente, el pintor, la anda cuiniando, no pierde la
oportunidad para quedarla viendo y saludarla, tan pronto ambas casas están
frente a frente, y él sin camisa, en calzoneta corta, se mantiene trabajando en
el segundo piso con grandes ventanas de vidrio.
Como todo mundo se mete en la vida privada del otro, todo
mundo comenta, en las pulperías, tortillerías, panaderías, en las gradas, en la
parada de bus, en las cantinas, en el barrio y en la colonia hablan de lo
mismo.