Lic.
José Antonio Robleto Siles
Desde
hace mucho tiempo he venido leyendo artículos
en los periódicos, escuchando a los políticos y personajes de la vida nacional,
decir la palabra Neoliberalismo. Unos para defender la mano invisible que actúa en
el mercado para regular el equilibrio entre oferta y demanda y otros para
contradecir y condenar lo injusto de esta corriente o modelo económico que no
toma en consideración las leyes económicas que actúan a través de los hombres
en la sociedad.
Hablar
de Neoliberalismo es hablar de las políticas impositivas a los países del
tercer mundo por parte de los organismos internacionales como son: el Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Centro Americano de
Desarrollo, todos controlados por los Estados Unidos y con poder de veto. La
implementación de las políticas económicas elaboradas por estos organismos son
condiciones esenciales para que los países pobres tengan acceso al crédito.
La
Universidad ha dado un perfil científico al estudio de la economía llevándola
al grado de su mate matización por un lado, y olvidándose por completo de su
estudio Socio – Histórico. Mientras los estudiantes de economía continúan
estudiando las obras de los teóricos y defensores del modelo Neoliberal y viendo los resultados presentes sin
preguntarse si estos logros alcanzados en la actualidad son verdaderamente
relevantes.
Para
dar a conocer el grado de abstracción que han llevado a la economía me permito
citar un párrafo del libro cuyo título es:
PARA EL BIEN COMUN, Reorientando la economía hacia la Comunidad, el Ambiente y
un Futuro Sostenible. De los autores Herman E. Daly y John B. Cobb, Jr.
“El problema de
la economía es que ha tenido demasiado éxito en el mundo Académico. Es una
disciplina triunfante y ha avanzado mucho
más que cualquier otro de los estudios sociales por el camino de la
ciencia deductiva. Estos éxitos han involucrado un alto nivel de abstracción,
pero todo el espíritu de la universidad en general, y del departamento de
economía en particular, desalienta la compresión plena de la medida que ha
alcanzado la abstracción. Aplica sus conclusiones al mundo real sin reconocer
el grado de peligro involucrado”.
He
llegado a la conclusión que nos han tratado de vender la idea de que el
Neoliberalismo y la Globalización de los mercados es el fin, es el resultado
del estudio del pensamiento más avanzado del siglo XX.
Se
debe pensar en analizar algunas leyes y categorías que rigen en la economía
capitalista globalizada. Por ejemplo, en el Neoliberalismo cuando se habla de
la categoría de Producción, no toma en consideración que en la economía de
libre mercado la producción es anárquica y que este fenómeno da comienzo a las
crisis de sobre producción y por consiguiente a un gran derroche de Fuerza de
Trabajo y Recursos Naturales. Costos que los paga la sociedad entera.
La
máxima fundamental del modelo Neoliberal es: la intervención mínima del
estado. Pero economistas de la talla de
Arthur Cecil Pigou (1877 – 1950) un fiel defensor de la libre empresa,
recomendaba una triple intervención del Estado: “A nivel de empresa para ayudarle a ser más rentable; en el plano
social, para asegurar una distribución justa de los salarios; y en las coyunturas,
para luchar contra las fluctuaciones cíclicas”.
La
historia del pensamiento económico nos ha revelado los grandes debates que han
existido a partir del siglo XVIII al XX
entre las escuelas económicas. Ya es tiempo que los teóricos del socialismo del
siglo XXI den a
conocer los fundamentos económicos, teórico – práctico de sus revoluciones. Hasta
donde he leído solo Venezuela ha puesto
en práctica la teoría económica del socialismo Marxista Clásico. Los demás
países que integran el ALBA solo han demostrado retorica en la económico y
populismo político.
El
pensamiento económico de la libre empresa, el Capitalismo Monopolista y los
Medios de Producción como expresión del desarrollo económico – social, no ha podido demostrar el capitalismos a
través de todas las etapas que ha recorrido en casi ciento sesenta años, es:
que bajo este sistema de libre empresa se ha acentuado la pobreza en su
dimensión más amplia.
Por
otro lado, el extinto bloque socialista teniendo como piedra fundamental en la
economía socialista, la propiedad social sobre los medios de producción y la
economía planificada no pudo superar con todas sus contradicciones al sistema
capitalista.
En
Canadá el estado tiene el control de las
palancas fundamentales de la economía, ejemplo, electricidad, agua, telefonía, salud, etc.…Pero
la administración es transparente y no hay confusión Partido – Estado. Igual se
dice de los países Escandinavos. En estos países independientemente del partido
que toma el gobierno, el contrato social es respetado, esto es lo que los hacer
ser países verdaderamente democráticos.
Yo no me osaria tanto a ejemplificar tomando como base apises como el Canada,Exepto por la sobrbriedad de su administracion en cuanto a grado de rspeto de lo que menciona encuanto al contrato social. El canada es una sociedad ante todo capitalista que cuenta con vastos recursos. En canada tambien existen las mal versaciones i triquinuelas pero en general los controles juegan su rol y el sistema funciona.El canada cuenta con una provincia que goza de cierta autonomia con cierta inclinacion con un sistema que inclina la balanza a las reformas de caracter social pero en los ultimos anos ha abido cierto forcejeo por la privatizacion a lo cual la poblacion sienpmpre reacciona y ha ahbido tambien muchos cortes a la financiacion de programas claves que han generado manifestaciones, como la educacion, y el sistema de salud. Por otro lado de lo que si estoy seguro se necesita en Nicaragua es de rescatar la institucionalidad y darle vida y activar la economia dando prioridad a la pequena empresa y al mercado interior.Es lo que pienso a mis pocas luces. yo soy un neofito en lo que a economia se refiere. pero pienso que eso seria sano para contrarrestar las posibles consecuencias de la aventura macro economica.
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