Ha transcurrido un año desde abril 2018. Meses de
violencia gubernamental reprimiendo a nicaragüenses inconformes desafiando al matrimonio
en la presidencia. Tiempo de sufrimiento intenso, devastador. También época de
pujanza para construir un país en donde haya democracia y superar la tradición
dictatorial.
Miles en desvelo, gente en vilo. En las calles, unos a
favor del gobierno disparando fusiles de guerra, otros defendiéndose con
piedras y morteros o con el pecho descubierto nada más gritando consignas
rebeldes, pocos sublevados optaron por armas de fuego.
Daniel Ortega, formado en el modelo militar dictatorial
que se dice de izquierda, con 39 años ejerciendo influencia política en el país
no varió su concepto bélico. Más bien, al retornar al gobierno (2007) otra vez implementó
acciones autoritarias. Hasta danielistas huyeron del país.
Al mismo tiempo, la corrupción creció vertiginosamente,
en el FSLN implementaron el método de reclutamiento de militantes por medio de
recompensas económicos, unos con más y otros con menos cuantías según el precio
de cada cual. El malestar en esa organización no trascendió públicamente,
continúa clandestino conspirando entre sus bases, aumentado debido a las
decisiones del último año.
Campesinos y obreros, mineros y cañeros, estudiantes,
resistieron represalia cuando se manifestaban cívicamente protestando por una
decisión gubernamental o empresarial que los afectaba directamente, o
demandando sus derechos ciudadanos. Obispos y sacerdotes católicos violentados
por seguir los pasos del obispo Valdivieso a favor de los oprimidos.
En esas circunstancias, el Movimiento Cívico 19 de Abril
surge del conglomerado de jóvenes, en su mayoría universitarios, que se
opusieron al decreto que afectaba las pensiones para jubilados. Se aglutinaron
para defenderse de la acción implacable ordenada por la familia gobernante.
La mayoría de esos jóvenes estudiantes universitarios
eran militantes del FSLN según declaraba la Unión Nacional de Estudiantes de
Nicaragua (UNEN) ante un supuesto respaldo absoluto de la juventud para con la
pareja Ortega Murillo. Los resultados denotaron que era falsa la afirmación.
Fuerzas de choque y paramilitares del FSLN, policía y
ejército, Corte Suprema de Justicia, Asamblea Nacional, Ministerio de Salud,
alcaldías, el Estado Nacional a disposición del Ejecutivo, respondiendo al
partido para aplastar lo que llamaron “golpe de estado” y “terrorismo”.
Periodistas amenazados, golpeados, heridos, robados,
encarcelados. Con el peligro de ser sentenciados a muerte por divulgar los
hechos o emitir el criterio editorial del medio de comunicación en relación con
la sublevación cívica. Sin embargo, el temor no minimizó la valentía y
compromiso de comunicadores éticos, aquellos que no dependen de contratos empresariales
o partidarios. Otros periodistas “fueron vivos” aprovecharon y negociaron
ganancias con el gobierno u opositores.
La opinión pública alcanzó niveles superiores a la
vulgaridad permitida en una sociedad malhablada. Amistades y familiares
enfrascados en bocaterías, más división de la sociedad, más exiliados rompiendo
o llorando nexos emocionales al marcharse, y ciertos gustosos prestos a distanciarse
de esta barbarie y comerciar sus habilidades en el extranjero.
La pobreza y desempleo son insoportables, inmoral ver a
corruptos repulsivos luciendo brillantes, gozando el gobernar, ordenando y aplaudiendo
la matanza, salvaguardando sus cuentas bancarias y bienes raíces. En su máximo
expresión la miseria humana: conceptual y económica.
Sin embargo, aun con millones de lágrimas fluidas, este
año fue productivo debido a la definición de la frontera entre el pasado dictatorial
nica -la etapa poscolonial- y el futuro en proceso de construir un sistema
democrático que nos permita y facilite enriquecernos intelectual y
económicamente.
Nicaragua necesita gobernante que aumente el presupuesto
para educación y tecnología, así dejar de ser una sociedad de servicio cobrando
barato, casi limosneando. Criar y crear seres educados, respetuosos, con
conocimientos que les facilite conversación útil, profesionales capaces de
diseñar el funcionamiento de una burocracia eficiente y honrada.
La nueva generación detesta al caudillismo. No le gusta
solicitar un “aval político” en la casa del FSLN para aplicar a un trabajo
estatal o municipal. El joven valora su preparación académica, y espera firmar
contrato por su profesionalismo.
Conmueve la cantidad de sufrimiento, tanta opresión en el
pecho y asfixia. Empero es alentadora la solidaridad entre nicas, vitaliza la
lucha, los riesgos, el peligro. Nicas envían remesas, de sus salarios, de su
trabajo arduo, comparten para la lucha libertaria. Anhelan su retiro en el
bello terruño con una sociedad democrática.
Estremecidos al observar abuelas, madres, esposas, hijas,
padres, hermanos, novias, parejas, nicaragüenses todos vejados implorando saber
de sus muertos o heridos o prisioneros o desparecidos. Y una parte pro-gobierno
culpando… culpando y culpando a otros… y no conciben ni perciben cuan decadente
se encuentra Nicaragua debido al sistema político.
Jueves 18 abril 2019
Nota: La foto es de Radio Vos.
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