Procesión Virgen de la Merced - Matagalpa. Fotos Cortesía: Brenda Mejía |
La congregación católica que respalda
al obispo Rolando José Álvarez Lagos amaneció tensa por señales de posible agresión
y orando para alcanzar la paz interior y “perdonar a quienes nos ofenden”, el
martes 24 de septiembre, día de Virgen de la Merced, patrona de la Diócesis de
Matagalpa.
La alcaldía de la ciudad, en manos
del FSLN, rompió la tradición por decisión política, no decretó asueto y así
tratar de evitar que el gentío asista a la celebración, ni estarían en misa sus
funcionarios que insistentemente se autoproclaman cristianos y no se
arrepienten.
Con parlantes móviles el Concejo
Municipal anunció la realización de marcha carnaval y feria en los parques
Rubén Darío y Francisco Morazán, éste contiguo a catedral, al mismo tiempo que
iría la procesión recorriendo las calles del centro, por donde acostumbra
circular.
En el parque Morazán, desde hace
meses el gobierno organiza ventas de comidas y fiestas con parlantes a volumen
alto, y en ocasiones ha “cercado” con toldos comerciales el templo, tratando de
evitar la concurrencia de feligreses a la eucaristía, aun cuando en febrero
2018 inauguraron el parque de ferias en las afueras de la ciudad.
Varias veces policías armados han sitiado la basílica San Pedro Apóstol, por el respaldo que el clero brinda al pueblo que ahí se expresa demandando justicia y libertad para los presos políticos; porque el obispo la noche del lunes 14 de mayo del 2018, salió a las calles de Sébaco, en sus manos levantado el Santísimo Sacramentado, entre balas clamando dejaran de disparar a protestantes desarmados.
Virgen protectora
La Virgen de Merced “vela por
cautivos y privados de libertad”, dice el obispo en la homilía, y en Nicaragua
“sigue habiendo dolor en las cárceles”, “se priva de la libertad y la dignidad”
hay cárceles “donde abundan maldades humanas”. “Se calumnia, se difama, se
encarcela a quien (los gobernantes) consideran enemigo”. “Ha corrido sangre de
hermanos en este suelo”.
Monseñor imploró a la Virgen que
interceda para que toda persona que haya conocido la maldad en la prisión su
sentimiento no se convierta en odio, no vaya a reaccionar con el “ojo por ojo y
diente por diente”.
Recordó que los misioneros cristianos
de ayer y ahora han sufrido ultraje, humillación, y coraje de verse maltratados,
pero Cristo les ha enseñado a mantener viva la esperanza en momentos difíciles.
Invocó para que “la violencia sea
vencida, derrotar el pesimismo, la desesperanza, el miedo”, exhortó a “levantar
la cabeza y trabajar para alcanzar la libertad” y “que desaparezcan las
cárceles, las ergástulas inhumanas”.
Pidió a la Virgen redentora de sojuzgados,
que interceda ante Dios para que ilumine a la justicia humana, y que las
familias de cautivos y encarcelados puedan tocarles y sanarles las heridas.
Asistencia desde temprano
A las siete de la mañana la
feligresía comenzó a llegar al templo, una amanecida fresca y gris, que
posteriormente se convirtió en mañana iluminada y cálida, fortalecida con la fe
mariana: Rostros radiando esperanza, en comunión con Dios conjurando la
inseguridad que generan los malvados.
Desde ese momento, también arriban espías
del gobierno, vestidos de civil a plantarse con rostros fieros y poses
corporales que los delatan, pero las personas los observan con indiferencia,
sin demostrar temor, al ritmo de la Rondalla de Marimba de los Hermanos Muñoz
interpretando el repertorio cristiano.
A las nueve de la mañana catedral
está aglomerada, cuando del Colegio San Luis, frente a la parroquia, salen seminaristas,
sacerdotes de las diócesis de Matagalpa y Chontales-Río San Juan, y el obispo
Rolando José, el júbilo es mayúsculo.
¡Obispo amigo… el pueblo está
contigo! –corean todos. Las inmensas banderas de Nicaragua y la Iglesia Apostólica
y Romana cubren parte de la pared frontal y hondean, mientras las campanas
acompañan el fervor y el ingreso de la comitiva a la catedral, y
centenas de voces entonan el Salve, azucena Divina, Gloria, gloria del alma
inmortal, condúcenos, Madre amable a tu vergel, a tu vergel celestial.
Aplausos y vivas a Nuestra Señora de las
Mercedes, a la iglesia, a los sacerdotes, se expanden fuera del edificio, y
seguramente llegan a oídos de quienes pretendían entorpecer la masiva alabanza
virginal, y no es de extrañar reaccionen con ira en sus corazones frustrados y
atosigados por la iniquidad.
La celebración de la eucaristía
fortaleció la espiritualidad, con el coro reluciendo, y la armonía sublime de la
joven Jessling Aguilar -primera voz del grupo- enterneciendo al auditorio
sumido en meditación.
Mensajes de fe y esperanza sobresalen
en camisetas: la premonición del obispo Silvio Báez: Nicaragua Crucificada
Resucitará; y la advertencia del obispo Álvarez: Sólo la misericordia divina es
la que nos salva. Cintillos, pañoletas, banderas, escapularios, rosarios,
relumbrando en las personas de buena voluntad.
Romería majestuosa y rebelde
A las once y quince la imagen de la virgen
es sacada del santuario. Repican las campanas, se elevan los cohetes y las
chimbombas blancas y amarillas, cae lluvia de papelillos multicolores. Suena la
sirena de los bomberos, de quienes la virgen es patrona.
Multitud con banderas azul y blanco, en
manos de sacerdotes y pobladores, agitándolas como símbolo de patriotismo, ese
símbolo que los gobernantes han criminalizado en manos de sensatos que anhelan
democracia y justicia.
Ahí, en las afueras de catedral, a
una cuadra de la estación de policía, la Unión de Presos Políticos Nicaragüenses,
Movimiento Cívico 19 de Abril, Facultad Universitaria Matagalpa, Pastoral
Juvenil Diocesana, mayores de edad, hombre y mujeres, congregados, amparados en
la virgen demandan libertad para los presos políticos, enarbolando carteles con
los nombres.
¡Eddy Montes no murió… el gobierno lo
mató! –repiten insistentes, memorando el asesinato en prisión del conciudadano matagalpa.
Retoman el grito de advertencia que unificó a la mayoría de la sociedad, refiriéndose
a los caudillos: ¡De que se van se van!, ¡No más dictadura! ¡Si este no es el
pueblo… el pueblo donde está…!
“Ojalá que esos salvajes no se
atrevan a atacar” -me dice un preciado profesor jubilado. “De seguro van a
estar en el departamental (del FSLN) y en el parque Darío” –me previene un
disidente sandinista. “La virgencita nos protege con su manto… quiera Dios que
no pase nada” –me expresa una señora que siempre he visto en las marchas esgrimiendo
la bandera. Decididos todos a no abandonar la peregrinación.
Una cuadra al norte y dos al este,
por la ruta tradicional, una mujer vocifera contra los promesantes por asuntos
políticos, pero los jóvenes rebeldes no “le paran mucha bola” y sigue la
caminata, aprovechando la conglomeración para ir pintando consignas en el
pavimento: Justicia y libertad con el mapa de Nicaragua.
El recorrido llega a la avenida “30
de Marzo” donde los indígenas matagalpas enfrentaron a la gobierna en 1881,
respaldados por la Orden de los Mercedarios y la Compañía de Jesús, hartos de
la barbarie que los quebrantaba: la violación de sus derechos humanos.
La gobierna no actuó
En ese trayecto se encuentran la casa
municipal del FSLN que estaba cerrada, y la departamental donde, tras las verjas
de hierro, varias personas filman y fotografían, y otros arremolinados enfrente,
asomados en la puerta abierta, en el edificio que fue oficinas de migración. Hubo
intercambio de gritos, chavalos enarbolando banderas desafiando, y las
consignas al unísono.
En el parque Darío no hubo altercado,
ni en la alcaldía donde se encuentran varios hombres, señalando y amenazando
con los puños al paso del cortejo. La policía sin armas rodea su estación
departamental, de cara a los promesantes. Los chavalos y chavalas los afrontan,
los carean sin que aquellos reaccionen.
A las doce y cincuenta y tres, la
imagen ingresa a la iglesia, mientras un enorme globo azul y blanco, con la
bandera de Nicaragua colgando, se eleva en el cielo refulgente, suenan las
campanas.
Atrás quedaron varios altares en las casas
y negocios abiertos al público, cuyos habitantes o trabajadores salieron a
venerar a la virgen.
Media hora después se deja venir el
torrencial. Las actividades del gobierno se realizarían por la tarde. Reflexionaron
o “de arriba” les ordenaron no interferir ni agredir.
En mi cabeza soleada, quedó grabada
la profecía devota: ¡La virgen vencerá al fiero dragón! y el clamor de la
rebeldía: ¡Ni perdón ni olvido… justicia y libertad!
26 septiembre 2019 - Matagalpa
Parece un reporte de guerra. Me alegra leer tu trabajo que nos transmite el ambiente represivo que la gobierno sandinistas ha creado. Un abrazo.
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