jueves, 26 de septiembre de 2019

Amenaza oficial y paz cristiana en honor a Virgen de la Merced

Procesión Virgen de la Merced - Matagalpa. Fotos Cortesía: Brenda Mejía

La congregación católica que respalda al obispo Rolando José Álvarez Lagos amaneció tensa por señales de posible agresión y orando para alcanzar la paz interior y “perdonar a quienes nos ofenden”, el martes 24 de septiembre, día de Virgen de la Merced, patrona de la Diócesis de Matagalpa.

La alcaldía de la ciudad, en manos del FSLN, rompió la tradición por decisión política, no decretó asueto y así tratar de evitar que el gentío asista a la celebración, ni estarían en misa sus funcionarios que insistentemente se autoproclaman cristianos y no se arrepienten.

Con parlantes móviles el Concejo Municipal anunció la realización de marcha carnaval y feria en los parques Rubén Darío y Francisco Morazán, éste contiguo a catedral, al mismo tiempo que iría la procesión recorriendo las calles del centro, por donde acostumbra circular.

En el parque Morazán, desde hace meses el gobierno organiza ventas de comidas y fiestas con parlantes a volumen alto, y en ocasiones ha “cercado” con toldos comerciales el templo, tratando de evitar la concurrencia de feligreses a la eucaristía, aun cuando en febrero 2018 inauguraron el parque de ferias en las afueras de la ciudad.

Varias veces policías armados han sitiado la basílica San Pedro Apóstol, por el respaldo que el clero brinda al pueblo que ahí se expresa demandando justicia y libertad para los presos políticos; porque el obispo la noche del lunes 14 de mayo del 2018, salió a las calles de Sébaco, en sus manos levantado el Santísimo Sacramentado, entre balas clamando dejaran de disparar a protestantes desarmados.


Virgen protectora

La Virgen de Merced “vela por cautivos y privados de libertad”, dice el obispo en la homilía, y en Nicaragua “sigue habiendo dolor en las cárceles”, “se priva de la libertad y la dignidad” hay cárceles “donde abundan maldades humanas”. “Se calumnia, se difama, se encarcela a quien (los gobernantes) consideran enemigo”. “Ha corrido sangre de hermanos en este suelo”.

Monseñor imploró a la Virgen que interceda para que toda persona que haya conocido la maldad en la prisión su sentimiento no se convierta en odio, no vaya a reaccionar con el “ojo por ojo y diente por diente”.

Recordó que los misioneros cristianos de ayer y ahora han sufrido ultraje, humillación, y coraje de verse maltratados, pero Cristo les ha enseñado a mantener viva la esperanza en momentos difíciles.

Invocó para que “la violencia sea vencida, derrotar el pesimismo, la desesperanza, el miedo”, exhortó a “levantar la cabeza y trabajar para alcanzar la libertad” y “que desaparezcan las cárceles, las ergástulas inhumanas”.

Pidió a la Virgen redentora de sojuzgados, que interceda ante Dios para que ilumine a la justicia humana, y que las familias de cautivos y encarcelados puedan tocarles y sanarles las heridas.

Asistencia desde temprano

A las siete de la mañana la feligresía comenzó a llegar al templo, una amanecida fresca y gris, que posteriormente se convirtió en mañana iluminada y cálida, fortalecida con la fe mariana: Rostros radiando esperanza, en comunión con Dios conjurando la inseguridad que generan los malvados.

Desde ese momento, también arriban espías del gobierno, vestidos de civil a plantarse con rostros fieros y poses corporales que los delatan, pero las personas los observan con indiferencia, sin demostrar temor, al ritmo de la Rondalla de Marimba de los Hermanos Muñoz interpretando el repertorio cristiano.

A las nueve de la mañana catedral está aglomerada, cuando del Colegio San Luis, frente a la parroquia, salen seminaristas, sacerdotes de las diócesis de Matagalpa y Chontales-Río San Juan, y el obispo Rolando José, el júbilo es mayúsculo.

¡Obispo amigo… el pueblo está contigo! –corean todos. Las inmensas banderas de Nicaragua y la Iglesia Apostólica y Romana cubren parte de la pared frontal y hondean, mientras las campanas acompañan el fervor y el ingreso de la comitiva a la catedral, y centenas de voces entonan el Salve, azucena Divina, Gloria, gloria del alma inmortal, condúcenos, Madre amable a tu vergel, a tu vergel celestial.

Aplausos y vivas a Nuestra Señora de las Mercedes, a la iglesia, a los sacerdotes, se expanden fuera del edificio, y seguramente llegan a oídos de quienes pretendían entorpecer la masiva alabanza virginal, y no es de extrañar reaccionen con ira en sus corazones frustrados y atosigados por la iniquidad.

La celebración de la eucaristía fortaleció la espiritualidad, con el coro reluciendo, y la armonía sublime de la joven Jessling Aguilar -primera voz del grupo- enterneciendo al auditorio sumido en meditación.

Mensajes de fe y esperanza sobresalen en camisetas: la premonición del obispo Silvio Báez: Nicaragua Crucificada Resucitará; y la advertencia del obispo Álvarez: Sólo la misericordia divina es la que nos salva. Cintillos, pañoletas, banderas, escapularios, rosarios, relumbrando en las personas de buena voluntad.


Romería majestuosa y rebelde

A las once y quince la imagen de la virgen es sacada del santuario. Repican las campanas, se elevan los cohetes y las chimbombas blancas y amarillas, cae lluvia de papelillos multicolores. Suena la sirena de los bomberos, de quienes la virgen es patrona.

Multitud con banderas azul y blanco, en manos de sacerdotes y pobladores, agitándolas como símbolo de patriotismo, ese símbolo que los gobernantes han criminalizado en manos de sensatos que anhelan democracia y justicia.

Ahí, en las afueras de catedral, a una cuadra de la estación de policía, la Unión de Presos Políticos Nicaragüenses, Movimiento Cívico 19 de Abril, Facultad Universitaria Matagalpa, Pastoral Juvenil Diocesana, mayores de edad, hombre y mujeres, congregados, amparados en la virgen demandan libertad para los presos políticos, enarbolando carteles con los nombres.

¡Eddy Montes no murió… el gobierno lo mató! –repiten insistentes, memorando el asesinato en prisión del conciudadano matagalpa. Retoman el grito de advertencia que unificó a la mayoría de la sociedad, refiriéndose a los caudillos: ¡De que se van se van!, ¡No más dictadura! ¡Si este no es el pueblo… el pueblo donde está…!

“Ojalá que esos salvajes no se atrevan a atacar” -me dice un preciado profesor jubilado. “De seguro van a estar en el departamental (del FSLN) y en el parque Darío” –me previene un disidente sandinista. “La virgencita nos protege con su manto… quiera Dios que no pase nada” –me expresa una señora que siempre he visto en las marchas esgrimiendo la bandera. Decididos todos a no abandonar la peregrinación.

Una cuadra al norte y dos al este, por la ruta tradicional, una mujer vocifera contra los promesantes por asuntos políticos, pero los jóvenes rebeldes no “le paran mucha bola” y sigue la caminata, aprovechando la conglomeración para ir pintando consignas en el pavimento: Justicia y libertad con el mapa de Nicaragua.

El recorrido llega a la avenida “30 de Marzo” donde los indígenas matagalpas enfrentaron a la gobierna en 1881, respaldados por la Orden de los Mercedarios y la Compañía de Jesús, hartos de la barbarie que los quebrantaba: la violación de sus derechos humanos.

La gobierna no actuó

En ese trayecto se encuentran la casa municipal del FSLN que estaba cerrada, y la departamental donde, tras las verjas de hierro, varias personas filman y fotografían, y otros arremolinados enfrente, asomados en la puerta abierta, en el edificio que fue oficinas de migración. Hubo intercambio de gritos, chavalos enarbolando banderas desafiando, y las consignas al unísono.

En el parque Darío no hubo altercado, ni en la alcaldía donde se encuentran varios hombres, señalando y amenazando con los puños al paso del cortejo. La policía sin armas rodea su estación departamental, de cara a los promesantes. Los chavalos y chavalas los afrontan, los carean sin que aquellos reaccionen.

A las doce y cincuenta y tres, la imagen ingresa a la iglesia, mientras un enorme globo azul y blanco, con la bandera de Nicaragua colgando, se eleva en el cielo refulgente, suenan las campanas.

Atrás quedaron varios altares en las casas y negocios abiertos al público, cuyos habitantes o trabajadores salieron a venerar a la virgen.

Media hora después se deja venir el torrencial. Las actividades del gobierno se realizarían por la tarde. Reflexionaron o “de arriba” les ordenaron no interferir ni agredir.

En mi cabeza soleada, quedó grabada la profecía devota: ¡La virgen vencerá al fiero dragón! y el clamor de la rebeldía: ¡Ni perdón ni olvido… justicia y libertad!

26 septiembre 2019 - Matagalpa

1 comentario:

  1. Parece un reporte de guerra. Me alegra leer tu trabajo que nos transmite el ambiente represivo que la gobierno sandinistas ha creado. Un abrazo.

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