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| Transporte público.- Nicaragua. |
Te
acordás cuando en tu bus me fui parada hasta Managua, se habían vendido todos
los boletos y veintidós viajamos de pies en el expreso -le recuerda Anita a su
amigo propietario del autobús.
¿Cómo es posible que vayan de pies? -indaga El Cliente que la acompaña.
Ve. Hay gente que prefiere irse de pies a estar esperando una hora para el siguiente bus, se les hace tarde -justifica Anita.
Así es -interviene el dueño del bus- de pie o sentado la cosa es llegar a la Penefi.
La ley prohíbe el exceso de pasajeros, además no es sicológicamente recomendable para el viajero, le resulta incómodo aun cuando vaya sentado, un autobús atiborrado es asfixiante, se paga el boleto expreso para comodidad -razona El Cliente.
