Sergio Simpson
Hemos venido juntándonos, poco a poco, norteños y norteñas, creadores y creadoras de pensamientos hilvanados, analistas, investigadores, y vivientes de nuestra historia montañés, dejándonos como resultado escrituras valiosas: literarias, históricas, antropológicas, costumbristas.
Hemos venido juntándonos, poco a poco, norteños y norteñas, creadores y creadoras de pensamientos hilvanados, analistas, investigadores, y vivientes de nuestra historia montañés, dejándonos como resultado escrituras valiosas: literarias, históricas, antropológicas, costumbristas.
Ese intelecto se aglutinó
cual rémora a la savia de Douglas Stuart Howay, quien socráticamente, tal como
es, nutrió las ansias de principiantes y experimentados, y nos llamó Grupo de
Intelectuales Amigos de la UNAN Matagalpa, porque él laboraba en este recinto, y
desde entonces hemos estado ligados a esta universidad de cuyo Decano y
Vicedecano, y personal docente y administrativo, hemos recibido respaldo
incondicional. Por eso estamos inaugurando extraoficialmente este anfiteatro
Mariano Fiallos Gil.
Creo que nos agrupamos
por la necesidad de vencer a la ignorancia, el deseo de expresarnos libremente
y compartir entre amigos el placer del conocimiento y la creación de escribanos,
también para hacer notar a Matagalpa y romper la frontera del aislamiento y
desprecio cultural tradicional que emana fundamentalmente del Pacífico y de quienes
aún piensan como élite.
Fuimos creciendo,
presentando libros de escritores de Matagalpa y como catarsis y alimento del
ego cada quien leyendo sus cuentos y poemas.
Crecimos, aún siendo pocos, y en el año 2009 iniciamos con el Primer Encuentro de Poetas de Matagalpa, dedicado a Julio C. Rivera, nombrado el Poeta del Centenario de Matagalpa por haber ganado el concurso citadino convocado en 1962.
No nos quedamos en la
localidad disfrutando entre nosotros y nosotras, hemos sido anfitriones que
sostenemos y alimentamos el vínculo con escritores y escritoras de otras
ciudades.
Desde principios de
este siglo hasta la fecha este grupo de Matagalpa ha recibido decenas de amigos y amigas, quienes han
presentado sus libros, brindado conferencias o impartido talleres,
enriqueciéndonos con sus obras, conocimientos y amistad.
Viendo nuestra labor,
el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica se sumó, y tiene presencia en
Matagalpa con una filial con la cual coordinamos y contribuye financieramente
con el modesto presupuesto asignado; lo mismo hace el Banco Central de
Nicaragua, por medio de la Biblioteca Vicente Vita Rodríguez con sede en esta
ciudad.
En resumen, primero fue
encuentro anual de poetas de Matagalpa, después quisieron leer los cuentistas,
seguidamente invitamos a norteños y norteñas, y posteriormente quisieron
acompañarnos y leer amigos y amigas de otras ciudades del país. Desafortunadamente,
no tengo tiempo para nombrar a quienes han venido, ni identificar su
procedencia. Pasaría todo el día y ustedes se fastidiarían, pues están ansiosos
y ansiosas de leer.
Así, cada año le
dedicamos el encuentro anual a una persona norteña de valía por su aporte
cultural. Sucesivamente: al maestro Eliseo Picado, a poetas Nubia Salas y
Marcos Altamirano Escobar miembros del Grupo y ambos fallecidos, ahí pensamos
que no era justo seguir la tradición de homenajear a los muertos nada más y
votamos por dedicarle el V Encuentro a Douglas Stuart, el sexto a Ernesto Soto,
dramaturgo y actor.
Y en este VII Encuentro
de Escritores del Norte. Estoy seguro, no soy la persona indicada para
referirme a Jesús Miguel Blandón Úbeda, a Chuno, a quien se lo dedicamos.
Habrá aquí en Matagalpa,
en Jinotega, en toda la región norteña, en todo el país y en otras naciones,
amigos y amigas de él, intelectuales o no, conocidos personalmente o por
referencia oral o escrita, que serían certeros al mencionar a Chuno y su rigorosa
vida, creando arte serio y humorístico, enseñándonos, instruyéndonos, acerca de
nuestra historia y colocándonos un espejo para que veamos cual somos.
Sin embargo, por
casualidad que no es el momento dilucidar, ni buscarle explicación, me he
designado presentarlo a ustedes que seguramente lo conocen de antaño, en esta
ciudad donde nació Chuno en 1940 y posteriormente hubo aquella noche: La Noche de los Anillos.
Ha sido su vida prolífica
durante casi 60 años, la cual trataré de resumir y no pasar hablando todo el
día, de su intensa vida como periodista, escritor, dramaturgo, actor,
historiador, y luchador político que sufrió represión por sus ideales
libertarios en tiempo de la dictadura somocista.
A la edad de quince
escribe en la revista Segovia que dirige Carlos Fonseca. En 1956, junto a
Manuel Díaz y Sotelo, Francisco Buitrago, y nuestro camarada Marcos Altamirano,
organiza y participa en una huelga de hambre demandando mejor alimentación a
los internos del Instituto Nacional del Norte donde se bachilleró.
En 1957 dirige el
semanario estudiantil llamado Internos, y en 1959 dirige el semanario El Norte.
Sus acciones de
organización y protestas estudiantiles las continúa en la universidad y
sobrevive a la masacre del 23 de julio de 1959, en León, pero no se amilana y
aquí en Matagalpa organiza y participa en una manifestación condenando ese
asesinato. En esta ciudad fue encarcelado en 1960, por escribir contra el
coronel Gustavo Guillén.
En ese año se
entrevista con Carlos Fonseca, en Costa Rica, y en julio organiza y participa
en el entierro simbólico de la Escuela de Periodismo, cuya marcha es atacada a
culatazos por los guardias.
Por destacado, lo nombran
Presidente de la Asociación de Periodistas de León, con tan sólo 21 años, y en
esa ciudad es redactor del Diario Universal y del radio noticiero Semáforo.
En 1962, inicia como
actor en el Teatro Experimental Universitario, y es delegado al Congreso
Latinoamericano de Estudiantes en La Habana, a donde viaja, desde Méjico, con
Carlos Fonseca, después de haberse reunido con Edelberto Torres, Concepción
Palacios, y Ramón Romero. Esos personajes anti somocistas vitales en la lucha.
En la isla se lanza su
discurso de solidaridad con Cuba, en una coyuntura tensa debido al bloqueo
militar de Estados Unidos con sus portaviones. Como solía suceder, cuando
regresó a Nicaragua fue apresado, interrogado, y fichado.
Sin embargo, el
muchacho no escarmienta. En 1963 dirige el semanario “Oposición”, clase de
nombre para la época de dictadura militar, y ahí la desafían publicando en
entregas dos libros prohibidos: Estirpe Sangrienta, y, General de Hombres
Libres.
Y para remate, en 1964
funda “El Tren de la Seis”, ese programa radial de aguda sátira política, que
en su segunda época escuchamos a través de Radio Sandino, en los años ochenta,
emisora que Chuno dirigió.
En los años sesenta
había dirigido Radio Circuito, en León, y, en Managua, la Nueva Unión Radio. Y
escribe libretos para Radio Centauro y Radio Mundial, a la par de ser redactor
del diario Extra, en Managua.
A finales de los
sesenta, pone en el dial los programas Ocho Columnas (de historia, literatura y
política) y El Fantasma de la Opera (humorístico), en Radio Mundial, eran tan
buenos que la Guardia Nacional los clausuró después del terremoto de 1972.
A inicios de los años
setenta, funda la compañía teatral “Actores Unidos de Nicaragua” y monta y
actúa en varias obras, y escribe “El Nacatamal de Oro”, es gerente de Radio
Atenas y funda la Asociación de Periodistas Independientes, de León.
En 1974 comienza a
escribir su libro histórico, que luego titularía “Entre Sandino y Fonseca”.
Antes de su caída en combate Carlos Fonseca había orientado a Chuno que lo
publicara y a la fecha lleva cuatro ediciones.
En 1976, siendo gerente
propietario de Radio Centro, en León, un comando del FSLN se toma la radio, transmite
un mensaje y se marcha, la guardia llega al edificio y reprime al personal.
En 1977, saca al aire
Radio Futura, en Managua, la guardia cerró 15 veces la emisora, y en febrero de
1979 fue bombardeada y dinamitada como represalia.
En mayo de 1979, fue
electo del Comité Ejecutivo para situación de guerra de la Unión de Periodistas
de Nicaragua, de la cual es miembro fundador.
En 1980 es nombrado
director de Radio Sandino, y dirige además los programas Línea Directa y El
Tren de las Seis. En esa década integra o encabeza varias delegaciones que
visitan otros países. Y continúa escribiendo obras de teatro y presentándolas,
siendo algunas: El más querido, La virgen del portaviones.
Además funda la Revista
Segovia, del ejército, publica la novela “Cuartel General”, y crea y dirige el
programa humorístico de televisión “La Clínica de los desesperados”, y saca al
aire Radio Istmo.
Ya en la década de los
noventa, Chuno mantiene el programa político radial “Línea Directa”, entrevistando a personajes nacionales y
extranjeros; funda Radio Tigre, y
comienza a escribir su novela “La noche
de los anillos” con resultados exitosos, al nivel que es transmitida una
adaptación radial en Cuba, en cadena nacional.
También ha sido
conferencista y presentado sus obras en varios países, impulsador de
organizaciones que aglutinan a radiodifusores de Centroamérica y Panamá,
incluso fue invitado a ser observador electoral en Estados Unidos.
Inmerso en semejante
activismo tiene tiempo de escribir Carlos
Fonseca Sacrificado, que publicó el año pasado, y este año salió en España
su novela Ocaso del Amor y el poder ¿Usted
mató al presidente?
Chuno, reconocimientos
ha recibido muchos, es larga la lista, comprensible con semejante vida de
acción y creación que intenté resumir. Quizá el más sencillo sea este, si no me
equivoco, el primero en su ciudad natal, sencillo pero organizado con aprecio y
con la presencia de 36 escritores y escritoras del norte y otras ciudades que
se inscribieron.
Muchas gracias.
-
28 de febrero en UNAN-FAREM Matagalpa.
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