Antes
del anochecer nueve camionetas de tina, llenas de policías uniformes negros,
armados y bien apertrechados para reprimir, se desplazan por la ciudad el
viernes 17 de mayo.
El
jueves mataron al ciudadano nica matagalpa estadounidense, abogado y finquero,
Eddy Montes Praslin. Le dispararon en la Galería 16, de la cárcel La Modelo de
donde salió vivo Daniel Ortega, luego de siete años cautivo. Eddy estuvo seis
meses… ¡Y
salió muerto!
Curiosamente,
similar que Ortega por la dictadura somocista, Eddy fue acusado “por delitos
de terrorismo en concurso real con entorpecimiento de los servicios públicos,
robo agravado, fabricación, tráfico, tenencia y uso de armas restringidas,
sustancias o artefactos explosivos".
Comunicado
del ministerio de gobernación cuenta: “A
eso de las 14:30 horas un buen grupo de presos se abalanzaron contra el
personal del perímetro de seguridad, forcejeando con uno de los centinelas con
claras intenciones de quitarle el arma reglamentaria, en dicho forcejeo hubo
disparo que impactó al preso Eddy Antonio Montes Praslin, de 57 años de edad”.
Con el descrédito gubernamental, su declaración no es fiable.
Familiares y
amistades se reunieron ayer en iglesia San Felipe de Molagüina, en ciudad
Matagalpa, para honrar simbólicamente el funeral del prisionero político y demandar
investigación profesional acerca de la participación del ciudadano
estadounidense en actos terroristas y un veraz dictamen forense.
La muerte de
Eddy conmocionó a quienes en su oriunda ciudad le conocieron, proveniente de
familias prestigiosas y numerosas: Montes y Praslin, y ramificaciones. Pero la caravana
de uniformados, aparcada cien metros al sur de la iglesia, intimidó a
ciudadanos que se dirigían al tributo católico y temerosos o prudentes optaron
por retornar a resguardarse en sus casas.
Un grupo de
jóvenes, al ver la tropa policial, desde la acera de la iglesia reclaman
justicia, libertad para todos los presos políticos, elecciones inmediatas o
paro nacional, “para acabar con la dictadura sangrienta”.
La noche del viernes fue intranquila. Algunas personas
temían se reactivaran las protestas y que volvieran las calles de la ciudad a
regarse de sangre, el desfile de policías nada bueno auguraba, salieron a
reafirmar que no permitirían ofrenda al difunto, ni expresiones contra el matrimonio
presidencial, de ninguna naturaleza, casi Estado de Sitio. Sólo seguidores del
gobierno se sienten protegidos.
Cercanos a Eddy Antonio comentan que vino de Estados
Unidos a disfrutar jubilación en su pueblo natal e invertir dinero, certifican
que era propietario de tierras en la zona rural y urbana; que algunas de ellas
fueron invadidas por simpatizantes del gobierno; el día que lo capturan, el 7
de octubre del 2018, fue en la Estación de Policía Departamental, donde llegó a
preguntar acerca de la denuncia que él interpuso contra tomatierras.
Voceros del gobierno lo tildan de “gringo caitudo asesino”,
lo acusan de haber “pretendido matar a un custodio” de la ergástula, y “el 15
de mayo del 2018 participó en el ataque a la Unidad de la Policía Nacional
"Leonardo Mendoza", ubicada en la ciudad de Matagalpa”, que es el
supermercado donde exclusivamente compran policías activos, retirados, y
amistades.
En Nicaragua son tradicionales las historias de presos
políticos muertos en la cárcel o torturados. Los gobernantes criminalizan a
rebeldes y éstos son héroes o heroínas admirados por el pueblo descontento.
También es
común que no existan informes honestos que revelen la verdad acerca de muertes
por enfrentamientos o divergencias políticas partidarias, y que los gobernantes
se receten amnistía luego de la mortandad para continuar millonarios disfrutando
el poder.
Para romper con esa reiteración de matanzas y perdón lo
conveniente es una Comisión de la Verdad, integrada por especialista
extranjeros conformada por un organismo internacional de derechos humanos y
justicia.
Sábado 18 mayo 2019 – 9:10
a.m.
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