LE ENCANTA LA GUERRA

En la calle de un pueblo en Nicaragua.

En Nicaragua, aún no se extinguen quienes afirman engrandecerse disparando balas o recordando hazañas de matanzas reales o ficticias para presumir superioridad y demandar privilegios.

En medios de comunicación encuentro alabanzas a personajes con millones de dinero producto de las eficientes relaciones socioeconómicas en este sistema político. Corruptos famosos enaltecidos por seguidores aprovechados que desean superar su condición de vida ansiosos de consumir más.

Ese discurso de fusiles y cachiporras es obsoleto en Nicaragua, sin embargo vemos incontables nicas con ánimos agresivos en la disputa por el poder, la gloria, y la fortuna. Se relacionan de tal manera que no muestran un cambio sustancial dejando la ira ni capacidad de construir un modelo democrático.

Te topas con emblemas belicosos por donde transitas, es la reiteración de la cultura criminal expuesta en diversos formatos publicitarios, lesiva formación para mantener deteriorada a la sociedad y obstáculo en el propósito de erradicar el feudalismo insoportable.

Para comprobar cómo está de arraigada esa concepción violenta del ser nica, pensemos en las estadísticas anuales: Setenta y cuatro mujeres asesinadas, cerca de mil quinientas mujeres maltratadas, mucho más de mil menores de edad pariendo y entre ellas centenas con catorce años de vida.

Sábado 11 junio 2022 / Matagalpa.