Escribí en Barricada,
periódico oficial del partido, y luego en El Nuevo Diario, afín al sandinismo,
durante 16 años criticando a los gobiernos neoliberales, entre pocos
sandinistas que comentaban en la página de opinión de ambos diarios. Mis amigos
del FSLN me felicitaban.
Recibí elogios porque a
diferencia de otros periodistas, que se dijeron sandinistas, no trabajé con los
gobernantes ni en los medios de comunicación que trataban de destruir al
partido, aun cuando me ofrecieron buen salario para contrarrestar el discurso
rojinegro. Siempre les respondí que no soy mercenario, aun viviendo en pobreza
no cobré por mi trabajo en las páginas de opinión. Fue mi aporte, modesto, al
ideario revolucionario, al pensamiento de izquierda.
Revisando mis archivos, encuentro más de mil escritos, publicados algunos en ambos diarios, y divulgados en mi blog y en varias páginas web de diferentes países, también compartidos por correos electrónicos. Mis amigos del FSLN encantados porque denunciaba a los gobernantes y sus políticas y prácticas oprobiosas en detrimento del pueblo empobrecido y reprimido.
Gozaban mis amigos del FSLN
porque además proponía cambios en el partido, para retomar los principios del sandinismo y
volver a gobernar en mejores condiciones, sin guerra, y más experiencia y
madurez producto de los errores de los años ochenta.
Compilando esos escritos,
para aglutinar una selección en el próximo libro titulado Este país condenado, leo
que no hay variantes en los planteamientos, continúo reprochando la corrupción
estatal y privada, la represión a los inconformes, la ausencia de
financiamiento a los pequeños productores, el retorno de los terratenientes, la
destrucción del ambiente, la religión como estandarte y manipulación estatal,
los bajos salarios y la cooptación de sindicatos, la pobreza generalizada y el
enriquecimiento de unos pocos.
Con Daniel Ortega gobernando,
escribo sobre los mismos temas, con el mismo enfoque, está mi libro Reflexiones
críticas desde el sandinismo, pero ahora algunos de mis amigos del FSLN
dejaron de ser amigos y me condenan, otros me agasajan pero callan por miedo o
porque sus intereses emocionales y económicos giran en torno al partido que los beneficia.
Satisfecho con lo escrito hasta
ahora, seguiré por la misma senda, mejorando como escribano, opuesto al sistema
político que no supera la cultura feudal.
Pobreza y amenazas no me
provocan miedo, es el camino escogido, con el mentón erguido y los principios
intactos. Asumo las consecuencias de mis ideales, sin lamentar la ausencia de
quienes fueron mis amigos del FSLN.
19 diciembre 2016
"I disapprove of what you say, but I will defend to the death your right to say it." Evelyn Beatrice Hall (bajo el seudónimo Stephen G. Tallentyre), biógrafa de Voltaire, formulando el pensamiento de Voltaire. La frase, más tarde fue erróneamente adscrito a Voltaire mismo.
ResponderEliminarBueno recordar esto donde enormes estructuras "democráticas" muy sorprendentemente no producen más que el echo de lo que se le ocurre a la doña Rosario.