El pecado no es que tenga dinero el alcalde

Ah… profesor… dígame usté… sáqueme la cuenta… adivíneme cuánto se ha echado a la bolsa ese alcalde… uuuuuh si lleva un pocón de años… ji ji ji ji … no quiere soltar la teta…. mire, yo como fui bueno a la matemática… agarré un lápiz y un cuaderno y le voy dando a los números… dije… su salario es 97 mil córdobas… son 3,233 lolos mensuales… fíjese bien, al año con el aguinaldo son 42,033 lapas verdes… y ha gobernado trece años… cómo me la ve… más de medio millón de dólares sólo en salario como prefecto. Jum… y todo lo demás que le entra en la buchaca… otros salarios por otros cargos… los riales de la comuna para comer, beber, moverse en un chunche de lujo…  los negocios con las construcciones, los permisos para taxis y buses… la compra de terrenos a precio catastral… si ese hombre ha hecho platalal… uuuuuuh por donde uno va caminando a uno le van diciendo que ahí tiene propiedades…. pero mire profesor… el pecado no es que tenga… sino cómo fue que ha logrado ese cachipil de billetes… ese hombre es millonario… está podrido en riales… ya ve y era así como nosotros … a mí que no me venga con cuentos de camino… pero mire… sólo a usted se lo digo… verdá… eso sólo en confianza se platica… y dice ques cristiano. – Exacto con sus cuentas y cuento el maistro carpintero se despide sonriente, burlándose.