Otra vez,
chavalos y chavalas del Movimiento 19 de abril, demostraron el control de sus
emociones y prevaleció la razón en el grupo.
Algunos
estaban empecinados, dispuestos a situarse en la carretera por donde se sale a
Managua, pero ahí estaban las personas afines a la gobierna esperando a sus
compañeros que arribaban de los demás municipios.
Observé en
los rostros y gestos, de chavalos y chavalas opositores, expresiones de honor y
valentía, no dejarse pisotear y acobardar por el poder gubernamental.
El
antecedente es que chavalos y chavalas llamaron el martes 8 a un plantón
pacífico en la salida a Managua, que se realizaría el miércoles 9 a las 3 de la
tarde. Sin embargo, la alcaldía de Matagalpa envió parlantes a las calles, el
miércoles 9, anunciando la concentración de la gobierna en el mismo lugar, a
las 2 de la tarde, para iniciar una marcha por la ciudad, diciendo que quieren
“la paz y el cariño”.
Los jóvenes
evitaron enfrentamientos, prefirieron no salir heridos o muertos, y se trasladaron
a la catedral, en el centro de la ciudad, lejos de los manifestantes que apoyan
al matrimonio presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a quienes acusan
de ser responsables de más de medio centenar de muertos, decenas de heridos y
prisioneros, durante las sublevaciones recientes en varios departamentos del
país.
La mayoría
de los asesinados eran jóvenes universitarios. Voceros y seguidores del
gobierno los califican de vándalos, delincuentes, y otros epítetos tratando de
deslegitimar la rebeldía política que se ha extendido a varias ciudades.
Inconformes
e indignados, y hasta pude observar enojo, el coro se escucha fuerte ¡No somos
delincuentes… somos estudiantes! Con los puños levantados, sin causar
destrucción. Exigiendo que “se vaya este gobierno criminal”. Lo han reiterado
en todas las protestas organizadas.
El
antecedente histórico de una matanza juvenil es el 23 de julio de 1959, cuando
la Guardia Nacional de la familia Somoza disparó contra manifestantes
universitarios en León, y asesinó a cuatro muchachos, hirió más de un centenar.
Esa fecha es reconocida como Día del Estudiante, decretado por el gobierno del
FSLN a raíz de la derrota de Somoza.
Esta
generación de chavalos y chavalas, que podrían ser nietos y nietas de aquellos
rebeldes universitarios, ahora sufren la misma represión, pero no han decidido
empuñar las armas para defenderse de quienes en aquél entonces eran a quienes
esa dictadura llamaba “sediciosos, vándalos y delincuentes” y posteriormente
organizaron la guerrilla.
¡Que se
vayan… que se vayan! ¡No queremos más muertos! Demandan estos chavalos y
chavalas de Matagalpa, demostrando civismo, desafiando a simpatizantes de la
gobierna entrenados como fuerzas de choque para reprimir a quienes se oponen.
Directivos
del FSLN han tenido que realizar gran esfuerzo para que sus seguidores no
ataquen, y así fue este miércoles, cuando la marcha progubernamental, pasó a
una cuadra, en el costado este de catedral.
Uno de los
factores para contener las agresiones oficiales, es que muchos jóvenes y
adultos críticos a la gobierna provienen del sandinismo y existen lazos
familiares con los directivos locales del danielismo. Al menos, por esa razón,
no hay muertos opositores en esta ciudad, pero sí amenazas y provocaciones.
El
Secretario Político Departamental del FSLN, Pedro Haslam, brindó declaraciones
a periodistas, afirmando que no quieren enfrentamientos, buscan la paz, el
progreso, la unidad de las familias, el diálogo “para seguir con las buenas
obras”. Hasta donde él me acerqué, para escuchar sus palabras, en la esquina
sur este de catedral, mientras la marcha gubernamental avanzaba hacia el norte,
con simpatizantes de varios municipios.
Jueves 10
mayo 2018 - 8:30 am
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