Sergio Simpson
Me opongo a la corrupción, nepotismo, exclusión, amenazas, represión, autoritarismo, de cualquier gobierno. Mi concepción como sandinista ha sido y será esa. No voy a justificar ahora porque el FSLN gobierna.
Quienes me conocen personalmente o por medio de mis reflexiones públicas, saben que siempre he sostenido mis argumentos y he sido consecuente con lo que pienso.
He tenido que enfrentar al sistema por sus características antagónicas con mi óptica de vida, y he sido excluido en mi partido por exponer mis críticas y propuestas de rectificación.
Desde 1990 ninguno de los gobiernos ha facilitado el pleno desempeño de mi trabajo, en la mayoría de los casos he sufrido censura o exclusión profesional.
En los años 80, pude defenderme de la censura en el partido, no sólo como funcionario del FSLN, sino como persona y periodista, aun con las fuertes contradicciones.
Algunos partidos políticos y medios de comunicación adversos al FSLN, me han ofrecido empleo, pagarme porque escriba, y me he negado, desechando halagadores ingresos, aun estando desempleado, empobrecido.
Ni a Barricada cobré por escribir decenas de artículos en su página Opinión. Escribir sigue siendo mi contribución al sandinismo y la sociedad, no es mi negocio, no poseo actitudes ni aptitudes mercantiles.
Tengo vicios, menos los de servil o sumiso, y dos de ellos son pensar y actuar libre, con mis parámetros éticos.
Como consecuencia, he recibido agresiones verbales, boicot a mi trabajo, y la expulsión del Colegio de Periodistas de Nicaragua, aun siendo miembro fundador de acuerdo con la ley.
Me opongo al silencio impuesto, no me gusta callar cuando siento las ganas de hablar y escribir. Y en mi partido se molestan y padezco represión de quienes se denominan danielistas sandinistas.
Argumentan que no puedo ser sandinista si no soy danielista. Sin embargo conozco a varias personas “cuadros” que son danielistas y distan mucho ser sandinistas.
Mi libro, precisamente titulé "Reflexiones críticas desde el sandinismo", acertado o errado es mi visión desde mi formación y práctica de izquierda. Soy producto de influencias filosóficas que buscan justicia social, analizan el fenómeno, crean controversias sociales, y convulsiones en la humanidad.
Me opongo a no seguir siendo yo, sigo desafiando al sistema que pretende doble la cerviz a cambio de cuentas bancarias. Tampoco puede convencerme de venerar a alguien vivo o muerto. No soy promesante.
No podría asumir una personalidad oligarca, creer en la iluminación divina del mesianismo. Si la mayoría de sandinistas, de todas las tendencias, tuviera esa visión de liderazgo, no habría fracciones en el FSLN.
Habremos quienes pensamos que el partido está dominado por una oligarquía, a otros y otras sandinistas les gustará ese modelo basado en el poder divino, el culto a la personalidad, y el agradecimiento de la servidumbre y el pueblo.
Algunos proponemos que en el FSLN abran los espacios, escuchen a quienes observan el fenómeno desde una óptica distinta; demostrado está el sector del sandinismo que se opone a la conducción de Daniel Ortega.
¿A qué se debe el empecinamiento de Daniel y sus seguidores a mantener ese liderazgo? Me lo han explicado, pero no lo acepto. El procedimiento para la formación del liderazgo no existe en el FSLN, es centralista, vertical, por tanto impuesto. No hay deliberación, sí lucha por el poder económico.
No me gusta la centralización del capital, estoy convencido que no permite la libertad creadora. Esos pocos quieren someter a los demás, de cualquier manera, con cualquier método, de acuerdo al nivel de servicio que presta y el precio de la dignidad.
Continuaré pensando, escribiendo, y manteniendo decoro.
* Director del Centro de Comunicación y Estudios Sociales (Cesos)
Estimado tocayo, reciba mis saludos fraternos. La humanidad necesita de gente como Ud. ¡Siga adelante!
ResponderEliminarDigo la humanidad porque no debemos limitarnos a los sandinistas, ni siquiera a los nicas, la lucha es una y la misma en todo el mundo.
Quiero aprovechar para plantearle una idea: no es necesario pertenecer el FSLN (ni al MRS, ni a ningún partido que se proclame sandinista) para seguir luchando. Es más, me atrevería a decir, que hay una contradicción entre pertenecer a esos partidos y ser sandinista.
El Comandante Carlos Fonseca hizo su análisis y concluyó que, en su época y lugar, un partido leninista era la organización adecuada para lograr la Revolución en Nicaragua.
Hoy, las circunstancias son otras y tenemos la experiencia triste del fin de los procesos manejados por las burocracias partidarias del este de Europa.
Se hace necesario trasladar el poder a las bases, a todas las personas, y eso es imposible en el esquema del partido leninista (o la degeneración del partido leninista que es el FSLN hoy). Hay que buscar y promover estructuras horizontales en las que la iniciativa y el poder de decisión y acción no sea potestad de un pequeño grupo de "iluminados" que se autoproclaman albaceas de la Revolución para el pueblo, pero sin el pueblo.
Para alcanzar esa meta, hay que pasar, necesariamente, por la destrucción de los partidos políticos.
Independientemente de que comparta esta mi idea, reciba mi admiración y solidaridad.
Sergio: Creo que el titulo de su escrito, le falto apellido. "Mi oposicion sandinista al orteguismo". Tus pensamientos y reflexiones estriban en el rechazo (y con gran razon) dela filosofia que el orteguismo ha impuesto, en donde los serviles como mediocres y rastreros son incapaces de levantar la voz con criterio propio, asunto que en la historia de tu ser como sos, has relatado en el escrito que comento. Ese es uno de los problemas de fondo.
ResponderEliminarEstimado Sergio: Estoy de acuerdo contigo en todo lo escrito por tu persona, a pesar de que mi ideología dista mucho de ser de izquierda; no obstante, no me impide respetar tu preferencia política y apreciar tus reflexiones de pura y profunda libertad. Sigue escribiendo con tu pluma, instrumento libre de las cadenas de la lisonja, la amenaza o la dádiva. Y recuerda: Las revoluciones no inician con los guerrilleros, sino con los poetas y los escritores. VIVA POR SIEMPRE LIBRE NICARAGUA.
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