sábado, 11 de julio de 2020

Somocistas y sandinistas

Somoza y Sandino

1- LOS GENERALES CAUDILLOS

Anastasio Somoza García ordenó secuestrar y fusilar a Augusto C. Sandino “El caudillo de Las Segovias”, en 1934. Casi un siglo después los autodenominados hijos del general Sandino siguen luchando contra correligionarios del general Somoza.

El  asesinato ocurrió veinticuatro años antes de mi nacimiento; si yo hubiera nacido hoy ese crimen habría sucedido en 1996, el año en el cual un abogado somocista es electo presidente, en votaciones irregulares.

Una década después (2006) proclaman presidente al comandante jefe de una de las fracciones más fuertes del sandinismo, en un proceso electoral nauseabundo.


Ochenta y seis años de sangre, muerte, angustia, miseria, con el mismo cuento. Somocistas y sandinistas no pueden verse la cara, aunque sandinistas en el poder retomaron el somocismo o se mimetizaron y somocistas se convirtieron al sandinismo.



Somoza y Rigoberto.


En septiembre de 1956, Rigoberto López Pérez balea a Somoza García cuando éste promueve su tercera elección presidencial y baila en el salón de Casa del Obrero, León.

En veintidos años mandando el general acumulaba fortuna y un poder absoluto, controla todos los poderes del estado y es jefe de las fuerzas armadas, con el grado de General de División y el cargo de Jefe Director.

Su hijo mayor Anastasio Somoza Debayle, coronel de la GN, desempeña importantes jefaturas militares, graduado en West Point; el otro varon, ingeniero civil, Luis Anastasio, presidente del Congreso Nacional; el marido de la hija, Lilliam Salvadora, embajador vitalicio ante Washington.


Somoza García y sus hijos.

Tacho Somoza, como lo llamaban (además de Coyoles o El hombre), era el dictador creado y protegido por Estados Unidos que implementa programa de expansión continental “América para los americanos” y mundial para no perder espacio ante la comunista Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los asiáticos.

Respaldado por el Partido Liberal Nacionalista, del cual es su líder “para siempre” determina la consigna, y pacta con el tradicional opositor y rival bélico Partido Conservador, ambos herederos de los grupos criollos nacidos en finales del siglo XVIII.

En la segunda mitad del siglo XX, el caudillismo nacional es enaltecido, como en muchos países, y los conservadores prefirieron un fuerte caudillo liberal que los beneficiara económicamente y algunas cuotas de poder-prebenda que enfrentarlo y perder la vida.



Conservadores y liberales se consideraban descendientes de oligarquías europeas, algunos afirmaban poseer titulos nobiliarios, y escudos empotraban en paredes.

De ahí su identificación con el fascismo imperante en la madre patria España y Europa.

En la “guerra contra los alemanes” (Segunda Guerra Mundial) Somoza García aprovechó para descaradamente apropiarse de propiedades urbanas y rurales valiosas pertenecientes a germanos residentes con iguales derechos que los nacionales.

La viuda y los hijos del general ajusticiado reaccionan con furia y venganza, represión contra los criminales y sus cómplices, todo opositor a la dictadura es sospechoso, conservadores activos opositores fueron apresados, vejados, y condenados.





Nací en esa época: cárceles llenas de presos torturados y algunos fueron matados. Con dos años de edad y escuchando en mi entorno la indignación debido a la Ley Fuga aplicada a los prisioneros Edwin Castro, Ausberto Narváez, Cornelio Silva, que siendo civiles fueron juzgados por Consejo de Guerra de la Guardia Nacional.

Desde el vientre escuchaba acerca de combates entre guerrilleros sandinistas y guardias somocistas; obtuve conocimiento del choque armado en El Chaparral, Honduras; y fui testigo de hechos sangrientos en las décadas del sesenta y setenta.

Vi en televisión enfrentamiento entre el universitario comandante Julio Buitrago, del FSLN, y batallón de soldados de la GN, sitiado en una casa donde él, solo, respondía a los ataques de fusilería, artillería, y aviación, en 1969.


Antes, enero 1967, observé cadáveres en la Plaza de la República; hubo protesta y se agarraron a balazos; y vi el orifició que abrió una bala de rifle Garand en la puerta de la sala  donde mi abuelo.

En los años setenta comenzé a comprender la cizaña entre sandinistas y somocistas. Mi referente es que para unos y otros tanto Sandino como Somoza son caudillos, con seguidores aun estando ellos muertos; y matarifes los dos.

Ambos generales masones, liberales, de armas, con ínfulas mesiánicas y cabalísticas transmitidas a sus congregados que los veneran.

Después de que el pueblo insurreccionado derrotara al tercer y último Somoza, en 1979, han gobernando somocistas en diversas instancias del estado-partido, incluida la época del mandato de los nueve comandantes del FSLN.


Durante la temporada que se conoce como Revolución Popular Sandinista (Julio 1979 - Mayo 1990), el somocismo no desapareció, y este mismo Daniel Ortega, antes como ahora le achaca los males que padecemos en este país condenado.

Unos y otros se acusan de ser la peor calaña que ha gobernado o desgobernado la tierra de ríos y lagos, montañas y volcanes. Sin embargo son similares, mestizos provenientes de las matrices nacionales.

Son tan parecidos que no pretendo evaluar cual grupo ha sido mejor o peor, y cuáles coterráneos lo han respaldado, eso le corresponde a especialistas; somocismo y sandinismo son productos de la cultura nacional.

Sesenta y dos años llevo escuchando, y observando las arengas y matanzas en el terreno, in situ, en el laboratorio humano nicaragüense: luchas a muerte por somocismo y sandinismo, un conflicto al cual le faltan catorce años para cumplir un siglo.

Comprensible, en tres siglos no han dejado atrás la poscolonia.

12 junio 2020












1 comentario:

  1. Lamentablemente así es , no se puede avanzar con todo lo que cargamos . ya casi 100 años cuanto pudiésemos haber hecho en ese tiempo.

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