Periodismo y desgracia

Luis Enrique Castrillo


La indignación por el desorden, cada vez es peor en nuestra profesión, es el sentir de muchos periodistas en los distintos departamentos y Matagalpa no es la excepción.

Con la aprobación de la ley 372 de colegiación de periodistas, todos esperábamos que el empirismo se terminara, que los paracaidistas dejaran de llegar a esta noble profesión, esos que de la noche a la mañana aparecían con grabadora en mano para autollamarse periodistas.

Ahora ya no sólo aparecen con grabadoras, también con cámaras y micrófonos, hasta son corresponsales de medios nacionales, como ocurre en Matagalpa. Lamentablemente, Telenica canal 8 de Managua, ha contratado los servicios de una persona en Matagalpa como corresponsal, sin ser periodista.

En parte el medio tiene responsabilidad al contratar a una persona que no es periodista, ni aparece en la lista de miembros del Colegio de Periodistas de Nicaragua y otra gran parte de responsabilidad la tienen las autoridades del CPN, quienes en sus planes de trabajo, desde un inicio, se hubieran propuesto plantear esta problemática a los dueños de medios de comunicación, para detener de una vez que cada día aparezcan paracaidistas como este caso y muchos otros más.

Es cierto que los dueños de medios de comunicación tienen su propia ideología política y en base a ello contratan a su personal, sin embargo, de cualquiera de las ideologías políticas, existen periodistas que pueden brindar los servicios profesionales. Si hablamos de periodistas que se identifican con la ideología del FSLN, no es uno, sino por montones que existen en Nicaragua, lo mismo con periodistas afines al liberalismo.

Todo hace indicar que la contratación de ese nuevo CORRESPONSAL, fue una recomendación del director de Stereo YES de Matagalpa, lastimosamente una emisora que desde su origen contó con el mejor personal calificado. Esa era la visión de su director fundador, pero ahora que físicamente no está presente, se han abierto las puertas a personas ajenas al periodismo, a excepción de dos compañeros profesionales en esta rama, uno de ellos labora desde el inicio de la radio y logró culminar sus estudios universitarios de comunicación social.

El pensamiento de los propietarios de los medios, es: en mi radio mando yo y contrato a quien quiera, no me importa que exista una ley que regule el ejercicio del periodismo. Aquí nadie tiene que venir a decirme a quienes debo contratar para hacer periodismo, yo le abro las puertas a quien yo quiera, esa ley es cosa de los periodistas.

Al final la ley que ha costado lucha al gremio, se vuelve un simple papel, a pesar que fue aprobada hace varios años, sigue siendo cualquier papel, los dueños de los medios la ven como una hoja más sin importancia, las autoridades también y las mismas directivas del CPN, ya no se digan los partidos políticos que cada día egresan a más periodistas que las universidades, con el fin de tener quienes hablen por ellos, sobre esto hay muchísimos casos en Nicaragua, por eso todavía existen los conflictos a lo interno del CPN, porque no se logra depurar la lista de los colegiados, ahora lastimosamente están apareciendo otros.

En muchas ocasiones, cuando nos encontramos los periodistas y comenzamos a platicar de nuestra profesión, recordamos cómo peleamos para tener una ley que protegiera la profesión y nuestros derechos. Sin embargo, seguimos caminando como el cangrejo, sólo para atrás, con directivos que han llegado al colegio y lo que menos hacen es buscar como detener el desorden. Entonces nos preguntamos: ¿Para qué una ley de colegiación? Al final no hemos detenido la invasión, nadie se preocupa. Alguien recuerda qué directiva o directivo ha comenzado por solicitar a los gobiernos que han existido desde que se aprobó la ley, que la misma sea respetada desde el estado, si es una ley de la república, aprobada por el poder legislativo de este país.

Ni la misma policía toma en cuenta esta ley. Eso, creo, se debe a que no ha habido una divulgación de la ley de colegiación, no ha existido un planteamiento serio de las autoridades que han pasado por el CPN.

Mientras eso sigue, los medios de comunicación seguirán contratando a quienes ellos quieran, aunque no sean periodistas y lleguen con cartas de recomendación de medios locales o personas afines políticamente, en el caso de los medios locales basta con dar una grabadora a una persona y enviarlos a reportear. Como he manifestado, en el caso de los medios nacionales no tienen tanta culpa, pues ellos no conocen a todos los periodistas de Nicaragua. Allí es donde debería entrar a funcionar una institución como el CPN, que el estado de Nicaragua por medio de una ley, le ha asignado esas funciones, le guste o no a cualquier dueño de medio o cualquier institución presente en este país.

En uno de los proyectos de ley se contemplaba qué cargos debían ser ocupados por los periodistas, pero eso fue borrado por diputados que en su momento eran influenciados por los propietarios de medios.

A lo mejor este planteamiento es tomado en cuenta por los candidatos que participarán en las elecciones de la nueva junta directiva, en el congreso del próximo año, porque con la actual junta directiva es imposible, esto no está dentro de sus planes de trabajo.

No podemos seguir echándole la culpa a los políticos, al gobierno, que ellos son los responsable de todo lo que pasa en el periodismo y de tanta desgracia en el gremio. Somos nosotros, quienes en medio de tanto desorden y divisiones, no hemos podido darnos a respetar, las organizaciones cada vez se adormecen más, todo esto ha sido aprovechado por nuestros adversarios, por aquellos que les interesa que siga reinando el desorden, que sigamos sin rumbo y con una ley que no ha podido ser aplicada.

Ojalá esto pudiera ser diferente. Muchas generaciones de jóvenes periodistas se alejan de las organizaciones y al mismo tiempo son y seguirán siendo afectados directo o indirectamente por la falta de regulación del ejercicio del periodismo en Nicaragua.

Matagalpa 6 octubre 2010