Participar en la elaboración del presupuesto institucional del Estado y las municipalidades, actualizar convenios colectivos, supervisar la calidad de atención al usuario y la administración del bien público para contrarrestar nepotismo, corrupción, y arbitrariedades contra los trabajadores son demandas de los sindicatos sandinistas.
Me llamó la atención que, en una asamblea, dirigentes reclamaran espacio para ejercer funciones que son su razón de ser. En el transcurso de la reunión, comprendí que la orden partidaria domina y conduce la acción sindical, ya que los dirigentes del partido son altos funcionarios de gobierno y alcaldías, y empresarios.
Por ejemplo, desde que Sadrach Zeledón asumió como alcalde, hace casi dos años, no ha firmado convenio colectivo, ni permitido participación de los sindicatos en las decisiones, mucho menos la fiscalización; es el jefe departamental del FSLN y del gobierno, y de los directivos sindicales por dos vías: partidaria y administrativa.
En consecuencia, los sindicatos en la municipalidad, y no son la excepción en el país, están fuera de la formulación del presupuesto, ni proponen lo concerniente a la administración para convenir salarios, viáticos, horas extras, transparencia, austeridad, eficacia, y contrataciones para detener el crecimiento de supernumerarios y empleados fantasmas.
Denuncian supernumerarios y fantasmas
Un directiva del sindicato “Carlos Fonseca” de la alcaldía de Matagalpa, denunció: “Las disposiciones son de dedo, contratan gente que no cumple con los requisitos y se ha aumentado la cantidad de empleados”, en detrimento de la calidad de vida de los trabajadores, paradójicamente contribuyendo a la disminución de la calidad de los servicios.
Además “presionan a trabajadores de sesenta años para que se jubilen aun cuando no hayan cumplido con las cuotas del seguro social”, y si un directivo reclama por las anomalías o denuncia a través de los medios de comunicación es amenazado con despido, “habiéndose presentado el caso de que corrieron a un dirigente sindical, y lo tuvieron que reintegrar por las protestas”.
Similar sucede en el área de salud. En el hospital regional “Cesar Amador Molina”, declaró otra dirigente, “el sindicato está marginado, a pesar que existen serias deficiencias en la atención a los enfermos por las condiciones de trabajo y falta de medicinas”. En ese centro no permiten el ingreso de periodistas que han reflejado el deterioro, ni para que sean atendidos como pacientes.
La misma líder de la Federación de Trabajadores de la Salud (FETSALUD), deploró la atención brindada a los “ancianos jubilados quienes, bajo sol o lluvia, durante horas permanecen en fila en las aceras de los bancos para retirar su cheque” de bajo monto del seguro social.
Obreros agrícolas sin seguro social
A propósito de seguridad social, otra mujer, de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC), descubrió que en la mayoría de las haciendas cafetaleras no inscriben a trabajadores en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.
Los cortadores y obreros de los beneficios de café iniciaron su labor a finales de agosto, pero hasta el 28 de octubre entró en vigencia la nueva norma salarial, de tal manera que casi dos meses trabajaron recibiendo baja paga.
Además advirtió las contradicciones con los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), cuyos directivos entregan láminas de zinc “a personas con comodidades y dejan a un lado a quienes viven en champas de plástico”; y en el barrio Sor María Romero le quitan quinientos córdobas a cada familia para gestionar la instalación de energía eléctrica.
También la representante obrera reveló que “esos que andan con la bandera rojinegra en sus camionetonas violan los derechos de los trabajadores en los beneficios de café y haciendas”, sin que el partido se interese por erradicar las injusticias.
Son casi cuatro años de gobierno de Daniel Ortega, y los sindicatos sandinistas en una asamblea se dedican a reclamar sus derechos primordiales, en vez de estar evaluando planes de trabajo para fortalecer ese poder que se dice de los pobres del mundo.
Evidente demagogia en el gobierno
Ese encuentro reafirmó las incongruencias del discurso y actos revolucionarios que pregonan desde la tarima el propio Daniel, su esposa, y seguidores, incluyendo a los directivos nacionales que dicen representar a los pobres.
Fue más que evidente la demagogia, cuando José Angel Bermúdez, Secretario Ejecutivo del FNT, clausuró el evento afirmando que la única manera de erradicar la injusticia era reeligiendo a Daniel Ortega, y nada más así “cambiar la correlación de fuerzas en un partido integrado por ricos y pobres”.
Como que no fuera Daniel quien tiene a los ricos en los puestos claves, o como aliados en los negocios, velando por los intereses de ellos, excluyendo a los trabajadores demandantes de reivindicaciones históricas.
Esperaba, ante tanto descontento, que la asamblea programara acciones para llamar a los funcionarios de gobierno y sentarlos a escuchar las demandas sindicales para superar las anomalías; y entablar presiones contra los empresarios sandinistas o no que violan los derechos de las personas.
Veremos si los sindicatos, los trabajadores, protestan públicamente, presionan, se liberan de las ataduras de los dirigentes del partido-empresarios- funcionarios del Estado, para que la justicia sea realidad, para que en verdad se hable de revolución, de cambios en las relaciones de poder.
Hermano: què se puede esperar de estos antes honestos jòvenes. Te recuerdo que la dirigencia Orteguista en matagalpa maneja la producciòn de casi 35.000 qq de cafè de 14-17 fincas en las que pagan salarios de hambre a los trabajadores que deberìan ser los dueños. Eso es 3.5 millones de dòlares al año. Yo lo supe porque, cuando tenìa mi finca los trabajadores llegaron a que yo les ayudara a fundar sus cooperativas. El primer ejemplo que conocì fue San Josè que produce acaso 500 qq y los trabajadors ganan C$ 28.00 al dia. A una socia la corrieron y le dieron una compensaciòn de 600 còrdobas.
ResponderEliminarEso es un crimen y lo cometen todos los años.
Saludos.
A. Zelaya
Que paso Sergio hermano, esas críticas sanas son las que le molestan a estos falsos revolucionarios. Desgraciadamente no se encuentra entre nosotros el dirigente sindical, Bernardino Díaz Ochoa para consultarle su opinion, pero te aseguro que si de él hubiesen salido esta apreciacion los pseudodirigentes le hubiesen tachado de contrarevolucionario, de vendido a la derecha (de los cuales ellos ocupan el rol) y de todos esos epítetos de cuales ellos son campeones.
ResponderEliminarHasta pronto Sergio.
William Noguera
Hola querido Hermano Simpson: qué certeza de un periodismo militante! así es como se cumple con la verdad revolucionaria que como un principio del FSLN y La Revolución, lo dejara muy claro el Cmdte. Pedro Aráuz Palacio, cuando dijo: "La Política de la Verdad, es La Política de La Revolución"; este camino es largo, pero sin retroceso; es un proceso dialéctico, por eso es un PROCESO REVOLUCIONARIO. No importa, si unos pócos no lo valoran, pero la mayoría, sí, los valora!
ResponderEliminarFraterno:
Freddy Rojas Luna.
yo opino...
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