La avenida José Dolores Estrada, que atraviesa el centro de
ciudad Matagalpa, de punta a punta repleta de personas solidarias con todas las
madres que perdieron a sus hijos, asesinados durante las protestas o están
desaparecidos o prisioneros. Exigen al matrimonio presidencial que cese la
represión criminal y renuncie.
El 30 de mayo, Día de la Madre, vestidas de luto, centenas
prefirieron en la tarde caminar por las calles que celebrar en familia, como es
tradicional. Algunas que reconocí, igual reclamaron a la dictadura somocista
por el asesinato, tortura, y desaparición de sus muchachos. También en los años
80 demandaron la paz.
Dolor y firmeza en sus rostros, entonando el himno nacional,
coreando consignas contra la nueva tiranía, aun teniendo conocidos, amigos o
familiares en la gobierna, desafiando cívicamente a quienes han sido capaces de
disparar sin piedad.
Nuevamente un gobierno fratricida causa ruptura en la
sociedad, la familia, las amistades, unos aprobando y reclamando más muertes y
otros sufriendo los ataques despiadados de los corruptos gobernantes que
pierden el poder absoluto. Las madres tristes ante la desunión familiar.
Miles salieron de catedral, se enrumbaron hacia el sur por la
avenida, en la vieja casona de Juan Morales doblaron hacia el oeste, se
desplazaron dos cuadras, hasta subir por el sur al Instituto San Francisco de
Asís, y dirigirse a la salida a Managua, desde donde observé la multitud a lo
largo de las calles.
“No eran delincuentes… el delincuente está de presidente”
gritaron y gritaron mientras avanzaban las madres, algunas cansadas, auxiliadas
por sus hijos, hijas, o nietos y nietas.
Las mismas canciones vitales de la lucha contra la otra
dictadura “Que vivan los estudiantes...” “El pueblo unido…” Lágrimas en sus
rostros, voces indignadas, cuerpos enérgicos, compartiendo la angustia de las
Madres de Abril, el inmenso e insuperable sufrimiento por la masacre a los
chavalos.
Frente al barrio El Tambor, carretera a Jinotega, fue el
acto, donde el 15 de mayo la policía y paramilitares dispararon a los
protestantes, más de 20 heridos, y dos muertos defendiendo a la gobierna. Por
todos ellos se expresaron, cantaron y declamaron esperanzados, diciéndole presente
a los asesinados en el país, cuando leyeron los nombres de cada uno.
Al anochecer, bajo la lluvia, cada quién se fue. Pero un
grupo de chavalos se dirigió a la comunidad Las Tejas, a la entrada a
Matagalpa, a desprender un rótulo con las fotos de la pareja Ortega Murillo, es
probable que, por medio de la red, se hayan enterado de la masacre en Managua,
en los alrededores de las universidades y catedral, el día que las madres
nicaragüenses marcharon pacíficamente.
En la oquedad de la ciudad quedaron grabadas las consignas
“Democracia sí… dictadura no”, “Señor, señora, no sea indiferente… matan
estudiantes en la cara de la gente”, “Alcalde pandillero… te vas con tus
morteros”.
Mientras voceros y seguidores de la gobierna a las madres
acusan de vandálicas y conspiradoras criminales.
Jueves 31 de mayo 2018 – 1:24 p.m.
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